Ya se ven por Barcelona varias pancartas que anuncian el gran día: el 28 de octubre, el RCD Espanyol pondrá el lazo a las celebraciones de su 125 aniversario con un acto muy especial en el Paraninfo de la Universitat de Barcelona. No es un lugar cualquiera; es, literalmente, volver a los orígenes de la entidad: ahí estudiaban los fundadores del club. De esta manera, la ciudad empieza a vestirse de blanquiazul para la ocasión.

Un cierre con mucha carga simbólica en el Paraninfo
La elección del Paraninfo de la UB es una forma de subrayar que la historia del Espanyol nació en las aulas, en la cabeza de unos jóvenes con más ganas que recursos. Volver allí es ahondar en un mensaje claro: memoria, identidad y futuro en el mismo lugar.

Conviene recordar las palabras del presidente de la Fundació, Antoni Fernández Teixidó, cuando se presentaron los actos del 125, al hablar de como nació la entidad perica: “Nació del deseo de unos jóvenes estudiantes catalanes de tener un equipo propio, a diferencia de otros con referentes más lejanos, como Suiza o Basilea”. Y añadió sobre el acto final: “Queremos que ese acto sirva no solo para recordar el pasado, sino para contarle a Barcelona y Catalunya cuál es el futuro del club”. Eso es exactamente lo que busca el espanyolismo: orgullo por lo que somos y una hoja de ruta clara para lo que queremos ser.
Un poco de contexto histórico
A caballo entre finales del siglo XIX y 1900, Barcelona vivía el boom del “football” importado de Inglaterra. La mayoría de clubs eran de raíz extranjera y cerrados; en ese contexto, Ángel Rodríguez, junto a Octavio Aballí y Luis Roca, decidió fundar un equipo que diera cabida a jugadores de aquí. El 28 de octubre de 1900 quedó asentada la Sociedad Española de Foot-ball. La idea era sencilla y potentísima: abrir puertas y representar a los de casa.

El 28-O: pasado, presente y futuro
El acto del 28-O no pretende ser solo un álbum de recuerdos. El objetivo es explicar a Barcelona y a Catalunya el futuro del club, con ese equilibrio entre tradición y ambición. La afición, que ya ve pancartas por la ciudad, espera un evento a la altura del aniversario en un momento en que con la llegada de la nueva propiedad se mira el futuro con renovados ánimos.
