Hoy es uno de esos días marcados en rojo en el calendario para todos los seguidores del Espanyol. A las 12 del mediodía, el RCDE Stadium abrirá sus puertas para algo más que un mero acto institucional de tipo protocolario. Alan Pace, el rostro visible de Velocity y flamante nuevo propietario del club, comparecerá ante los medios para explicar -por fin- qué planes tiene para la entidad. Y lo hará acompañado de su gente, en una presentación que llega después de meses de espera, de papeleo y de una expectación creciente entre la afición.
No se trata de una rueda de prensa más. Lo que está en juego en este acto es la credibilidad de un proyecto que pese a dejar muy buenas sensaciones por los gestos de cercanía y afecto que han llevado a cabo aún no se ha pronunciado más allá de lo que dejó Pace en su mensaje de hace unos días qué piensa hacer con el club, cómo va a hacerlo y qué objetivos se marca a corto, medio y largo plazo.
Una historia que arranca de hace unos meses
Todo esto empezó hace ya unos cuantos meses, cuando se confirmó lo que muchos intuían, por no decir que deseaban de manera indisimulada: Chen Yansheng y Rastar se iban. La etapa china tocaba a su fin, y en su lugar aparecía un grupo inversor norteamericano con acento británico que sacó a la luz en primicia La Grada Online el 12 de junio: Velocity, la firma que ya controla el Burnley inglés y que llegaba a Cornellà-El Prat en teoría con aspiraciones ambiciosas, pero envuelto en bastante discreción.

Desde entonces, hemos vivido un desembarco a fuego lento. Primero llegaron los comunicados oficiales por parte de la entidad, y después el interminable papeleo. Entre muestras de cercanía del mismo Pace y de algunos de sus socios como JJ Watt, el tema quedó en manos de abogados y asesores encargados de montar estructuras legales tan complejas como requería una operación de tanto calado, y que además tocaba diferentes países repartidos por el mapamundi. Hasta que se anunció oficialmente la pasada semana: Alan Pace ya era oficialmente el nuevo dueño del Espanyol. Y finalmente hoy, toca escucharlo.
A Pace le toca explicar el plan
No es la primera vez que Alan Pace toma los mandos de un club de fútbol, pero sí es la primera vez que lo hace en un sitio con una personalidad tan marcada como la del Espanyol. Viene del mundo de las finanzas, de la gestión deportiva profesionalizada y del modelo multiclub, ese que despierta recelos si no se explica bien. En Burnley ya lo ha aplicado aparentemente con éxito, ya que los aficionados de los clarets hablan de manera muy positiva de su gestión pese a haber alternado descensos y ascensos, pero aquí las reglas del juego son distintas.

Porque en el Espanyol no basta con hablar de sinergias, datos y rendimiento. Aquí hace falta contar cómo se va a invertir, qué papel tiene la cantera, cuál será el rumbo del primer equipo y si el Femenino tendrá el peso que merece. Y eso, con palabras bonitas, no se resuelve. Hace falta claridad, plazos y responsabilidad.
Memoria perica: cuando Chen se sentó al lado de Sánchez Llibre
Hoy también será imposible no mirar al pasado. Porque muchos pericos recordarán aquel día, hace una década, en el que un desconocido Chen Yansheng se presentó ante la afición en el RCDE Stadium, flanqueado por un entonces emocionado Dani Sánchez Llibre. El mensaje fue directo y ambiciosos, diríamos que hasta temerario: llevar al Espanyol a la Champions en tres años. Un titular que ilusionó pero que, con el tiempo, se convirtió en una losa. La historia acabó con el equipo bajando a Segunda, por partida doble. Una lección que aún escuece.

Por eso, hoy no toca prometer imposibles. Toca construir confianza. Paso a paso. Proyecto realista, ambición bien entendida y respeto a lo que significa este escudo.
¿Qué quiere saber la afición? Pues casi todo…
El espanyolismo llega al acto con ganas de escuchar y también con muchas preguntas apuntadas en la libreta. Se quiere saber si habrá inversión en invierno, si la política de ventas pasará por deshacerse de los mejores activos deportivos, si se mejorarán las condiciones del Fútbol Base, si se apostará por el Femenino o si el club dejará de ir a remolque en cada ventana de fichajes. También interesa el organigrama: ¿quién manda? ¿Qué rol tendrá Brad Spiby? ¿Y Fran Garagarza?

Y hay algo aún más importante: la identidad. Que el Espanyol no sea solo un “activo” más difuminado dentro de una red de clubes, sino una entidad con voz propia, preservando su ADN.
Menos promesas, más calendario
No se trata de hacer grandes discursos ni de llenar titulares con frases rimbombantes que al final sólo sirven para llenar titulares. Lo que espera la afición, curtida ya en muchas decepciones tras unos últimos años de gestión por parte de Rastar en que se ha sentido literalmente abandonada, es que se presente un plan con fechas, decisiones concretas y objetivos alcanzables. ¿Dónde queremos estar a final de temporada? ¿Qué presupuesto habrá en verano? ¿Qué pilares sostendrán este nuevo Espanyol?

Si hay honestidad y un relato coherente, como de hecho se espera ya que hasta ahora Pace y Velocity no han dado ni un solo paso en falso, la masa social perica sabrá esperar. Porque el espanyolismo está acostumbrado a remar contra corriente, pero no piensa pasar por el aro de que otra propiedad lo ningunee.
Hoy puede empezar algo grande. O no. Depende de lo que se diga… y lo que se haga
Lo de este mediodía es un acto simbólico y, a la vez, toca que sea también muy terrenal, muy realista y sincero por decirlo de alguna manera. Porque hoy, Alan Pace tiene la oportunidad de mirar a la cara al espanyolismo y empezar a construir algo de verdad sin vender humo ni plantear atajos incompatibles con la realidad. Con hechos.

Y si lo hace bien, quizá en unos años no recordemos esta fecha por las dudas, sino por haber sido el principio de un cambio de rumbo. Hoy, a las 12:00 horas, se escribe una página importante para el RCDE. Que esté bien escrita depende de ellos.
