Lo ha contado Francesc Via este jueves en La Grada Ràdio: de aquí aproximadamente a un mes, cuando se haya cumplido el trámite del aviso legal, se celebrará la Junta de Accionistas que hará efectivo el traspaso de poderes de Rastar a Alan Pace. Será entonces cuando se vea de forma oficial lo que ya se viene cocinando desde hace semanas: una nueva etapa, con nuevos roles, y un nuevo enfoque para intentar cambiar de una vez la dinámica del club.

Consejo de administración: pequeño, reconocible y operativo
La junta servirá también para conocer la composición del nuevo consejo de administración, que según Via, girará en torno a nombres que ya se conocen. El enfoque es claro: “Será un consejo pequeño, porque se quiere que sea operativo”. Nada de estructuras gigantes ni sillas vacías por compromiso. Gente que sume, y que pueda ejecutar. Esa es la idea.
Alan Pace será presidente, pero el día a día lo lleva Brad Spiby
El reparto de funciones está bien definido: Alan Pace será el presidente del Espanyol, pero no vivirá en Barcelona, sino que vendrá periódicamente. El que sí estará aquí de forma permanente es Brad Spiby, que es su mano derecha y persona de máxima confianza. Spiby será el que lleve el día a día real del club. Un modelo muy similar al que Pace implantó en su momento en el Burnley, y que parece que ahora quiere replicar en Cornellà.

Mao Ye sigue, pero sin poder de decisión
Otro punto que ha dejado claro Francesc Via en antena: Mao Ye sigue en el organigrama, pero su papel será muy distinto al que tenía bajo Rastar. Será alguien que conoce el día a día, pero que “no tomará ninguna decisión”. O lo que es lo mismo: se queda para facilitar la transición, pero su etapa como ejecutor queda atrás. El mensaje es nítido: ahora manda otro.

Antonio Dávila, desde Lausana con escala en Barcelona
También estará en el consejo Antonio Dávila, que no vivirá en Barcelona, pero irá viajando entre Lausana -donde tiene su despacho profesional- y la ciudad condal. Un perfil con peso legal y financiero, que estará implicado pero sin base fija. Un modelo híbrido que aporta experiencia sin necesidad de estar en el día a día.

El consejo no se cierra: podría haber más incorporaciones
Aunque la idea es que el consejo empiece siendo compacto, no está cerrado a nuevas incorporaciones en el futuro. Según explicaba Via, si más adelante hay personas –incluso locales- que quieren aportar capital o liderar alguna iniciativa, no hará falta montar una junta extraordinaria. Se podría recurrir al sistema de cooptación, un procedimiento legal que permite nombrar consejeros provisionales cuando hay vacantes. Es decir, el modelo es flexible, aunque por ahora la prioridad es asentar lo que ya hay.
Sin urgencias por nuevos inversores: primero, ordenar la casa
Y es que Pace y los suyos no tienen prisa por meter a nuevos inversores. No por ahora. Como ha contado Francesc Via, la prioridad es “ordenar el día a día del club”, apoyarse en los profesionales que ya hay y modular el nuevo proyecto poco a poco. En resumen: construir desde dentro, sin atajos ni parches de última hora. Paciencia, pero con un rumbo definido.