Arrancó la jornada 9 en el Carlos Tartiere y, como estaba pactado, Oviedo y Espanyol se plantaron: 15 segundos sin mover ni un dedo, en señal de protesta por el plan de llevar un partido de Liga a Miami. En el césped, quietos; en tu tele, un plano del exterior del estadio. La señal oficial evitó la imagen clave y tiró de recurso para que en casa nadie viera el gesto.

Durante el parón, la realización mostró imágenes del exterior del Carlos Tartiere, y cuando conectaron ya corría el segundo 26 del encuentro.

¿Por qué protestaban los jugadores?
Porque la AFE lideró una acción coordinada para parar los primeros 30 segundos del juego de cada partido y así “reivindicar la falta de transparencia, diálogo y coherencia” en la decisión de exportar el Villarreal-Barça a Estados Unidos. Es decir: no se consultó a los futbolistas y, para colmo, sienten que su calendario y su competición se tocan sin contar con ellos.
El foco estaba en Oviedo… y LaLiga miró hacia otro lado
Todo el mundo pendiente de esa primera imagen de protesta en el Tartiere, y la realización oficial decidió no enseñarla. En redes, cabreo general y acusaciones de tapar un gesto legítimo de los profesionales.
El trasfondo: Miami, negocio y lío
La mecha la encendió el plan de que el Villarreal – Barça se juegue en Miami el 20 de diciembre. La RFEF y UEFA han ido abriendo paso, mientras FIFA revisa su normativa y media España futbolera discute si esto adultera o no la competición. En paralelo, desde la AFE ya avisaron esta semana: el partido “no está garantizado que se juegue”. Vamos, que el debate va para largo.
Voces del vestuario… silenciadas en la tele
La fuerza de una protesta está en verla. Si no se emite, pierdes contexto y queda como si no hubiera pasado. Y pasó. Durante medio minuto, los 22 se quedaron clavados y el árbitro dejó correr el reloj. Lo que debía ser una postal de portada se convirtió en un plano cenital del coliseo carbayón. El mensaje de la AFE, ese de “falta de transparencia, diálogo y coherencia”, quedó fuera de plano
