Antonio Dávila, el catedrático que ya ha estado junto a Alan Pace en Velocity Sports Partners y en el Burnley y ahora será consejero del Espanyol, habló para las cámaras de DAZN coincidiendo con su presencia en el partido del equipo perico ante el Oviedo. Allí, dejó unas cuantas pinceladas sobre lo que se viene en el club.
La primera clave: el nuevo consejo de administración será reducido, como ya avanzamos en La Grada Ràdio. “La intención es tomar decisiones rápidamente, y para aprovechar al máximo el potencial que tiene el club”, explicó Dávila con el pragmatismo que le caracteriza. Y añadió que tener un grupo compacto “lo hace muchísimo más eficiente” porque “trabajaremos rápidamente y aprovecharemos para crecer lo más rápidamente posible”. No hay tiempo que perder.
De ser su profesor… ¡A TRABAJAR PARA ÉL! 🤣🤣
La curiosa historia de Antonio Dávila, consejero del Espanyol, con el actual propietario del club perico 😮#LALIGAenDAZN ⚽️ pic.twitter.com/eBFb4ognc9
— DAZN España (@DAZN_ES) October 17, 2025
El foco internacional: Estados Unidos como primer destino
Dávila lo dijo sin rodeos: el Espanyol va a mirar al mundo. Y tiene claro por dónde empezar. “La idea es que, más allá de Catalunya, Alan Pace es americano, muchas de las personas involucradas en el proyecto lo son, así que tenemos buena entrada en el mercado americano”, afirmó.
Esto no pilla por sorpresa. Desde la llegada de Pace se ha hablado mucho de la intención de internacionalizar el club, crecer más allá del área metropolitana y abrir nuevas puertas. Dávila no lo pinta como un sueño, sino como una hoja de ruta que ya está sobre la mesa.
China sigue presente: la parte de Rastar que sigue en el club
Pero Estados Unidos no es el único frente abierto. “También queremos aprovechar la propiedad antigua”, dijo en referencia a Rastar Group, que todavía conserva el 16,45% del capital social. Y aquí entra China en juego.
Dávila no se mete en polémicas, pero sí reconoce que mantener ese vínculo abre una puerta directa a un mercado gigante. Puede que Chen ya no mande, pero su participación minoritaria tiene utilidad práctica, sobre todo si el Espanyol quiere jugar en la liga de los clubes globales.
Barcelona, un activo que hay que explotar
Y por si fuera poco, Dávila también puso el foco en casa. Pero no solo en el estadio o en la ciudad deportiva. Se refería a algo más turístico y económico: “Barcelona se ha vuelto un lugar de vacaciones y de turismo para todos los europeos, así que queremos aprovechar esta Europa que tenemos al lado y que viene a Barcelona”.
Vamos, que si miles de personas cruzan medio continente para pasear por las Ramblas o hacerse selfies en la Sagrada Familua, el Espanyol quiere que también conozcan Cornellà. A su manera, es otra forma de expandirse.
Una cosa está clara: Antonio Dávila no ha llegado al club para figurar. Es parte clave del núcleo duro de confianza de Pace y su rol como consejero apunta a ser mucho más que simbólico. Vienen curvas. Pero también, muchas posibilidades. Como él mismo ha dicho, “el Espanyol es un club histórico con unas posibilidades enormes”. Y lo piensan aprovechar.