El RCDE Stadium se vistió de gala para celebrar los 125 años de historia del Espanyol, y entre los protagonistas del día estuvo Marko Dmitrović, que volvió a demostrar por qué se ha ganado la confianza del vestuario y de la grada. Nuevamente paradas decisivas, portería a cero y una serenidad que contagia. En una tarde especial, el guardameta serbio se mostró tan orgulloso como agradecido tras el 1-0 frente al Elche: “Mejor regalo para el club y los aficionados imposible. Era un partido muy complicado, felicito a mis compañeros por el gran esfuerzo que han hecho, a toda la gente del Espanyol, sabíamos de la importancia por el aniversario del club, les hemos dado tres puntos y que disfruten todo el día y la noche”.
Dmitrović, que llegó entre cierto escepticismo, está callando bocas partido a partido. No solo por sus reflejos bajo palos, sino por la autoridad y el liderazgo con los que se ha adueñado del área.
Tres porterías a cero en los últimos cuatro partidos
El serbio atraviesa su mejor momento desde que aterrizó en Cornellà. En los últimos cuatro encuentros, ha dejado su portería a cero en tres de ellos, y eso se nota en los resultados. Él mismo lo tiene claro: “Seguro que sí, siempre es mejor tener portería a cero que encajar goles. Pero lo importante es sumar tres puntos y marcar más goles que el rival. Miramos mucho y es muy importante la portería a cero porque luego con un gol ya son tres puntos. Tras una gran transición hemos logrado un gol y nos ha dado esos tres puntos, hemos de mantener el mismo trabajo. No siempre podremos mantener la portería a cero, pero el máximo de veces que podamos hacerlo será importante para sumar puntos”.
Palabras de alguien que piensa como equipo. Dmitrović sabe que su rol va mucho más allá de parar balones: da seguridad, ordena y transmite confianza.
Los 18 puntos y la ilusión de no perder el foco
Con esta victoria, el Espanyol alcanza 18 puntos en 10 jornadas, un registro que no lograba desde la 2018-19. El guardameta, sin embargo, prefiere la prudencia a la euforia: “Es muy bonito ver la clasificación y la cantidad de puntos que tenemos pero sabemos de la importancia de no despistarse, cada partido es un mundo, podemos celebrar e ilusionarnos hasta mañana, pero el trabajo no está hecho para nada, a la mínima se puede despistar el equipo y entrar en una racha negativa. Hay que mantener la misma ilusión, las mismas ganas como si fuese la primera jornada. Ahora nos toca una competición ilusionante, la Copa, hemos de ir al máximo aunque nos toco un rival unas categorías por debajo y luego ya pensaremos en el siguiente desafío en la Liga”.
No se deja llevar por el entusiasmo. Habla con la serenidad de quien ha vivido muchas temporadas al máximo nivel y sabe que en el fútbol, la confianza se gana cada semana.
Orgulloso y feliz de ser perico
Dmitrović se ha ganado el cariño de la afición a base de trabajo y carácter. Él mismo lo reconoce con naturalidad, incluso con un toque de humor: “No voy a repetirme en cada entrevista, estoy aburrido de agradecer a la gente porque aquí jugar de local se disfruta mucho, nada que decir que no sea en superlativo, estoy muy feliz, muy ilusionado y no sé qué más añadir, disfruto cada segundo jugando aquí y estando en este club, espero seguir disfrutando como hasta ahora, nada más”.