No es nada fácil resumir 125 años de historia, derrotas, victorias, esperanzas y desencantos en menos de tres minutos. Pero eso es justo lo que intenta “Amor indestructible”, la canción conmemorativa que el Espanyol estrenó en su estadio antes del partido contra el Elche, y que ha emocionado a toda la afición. En La Grada Ràdio hemos charlado con su intérprete, Cris Juanico, que nos ha regalado un testimonio natural, cercano y con ese punto de orgullo que solo entiende quien lleva el perico tatuado en el corazón.

Cris Juanico: perico desde Menorca por unos pañuelos
Aunque muchos lo descubrieron el sábado cantando a pie de campo, Cris no es nuevo en esto de ser del RCDE: “Siempre, nunca lo he escondido, tampoco llevo un cartel en la frente. Soy atípico, vivo en Menorca, hacerte seguidor de un club que no es de tu ciudad y en una isla no es lo habitual”, explica. Su historia como perico tiene un punto poético y espontáneo: “Un tío me regaló hace más de 50 años unos pañuelos y eso hizo que me enganchase al Espanyol, sin saber muy bien el porqué. Es algo que ves con el tiempo”.
“Lo he hecho lo mejor que he sabido”
Cris no necesitó ni escuchar la canción para decir que sí: “Supe que tendría un peso musical y de letra, y ha sido así. Es una canción, no un himno. Mucha gente se la hará suya y creo que se cantará en el campo, antes, en el descanso, en alguna celebración que ojalá llegue pronto”. Y añadió: “Lo he hecho lo mejor que he sabido. Me gusta que haya llegado a la gente, a la afición”.
Una letra que habla de todos
El texto escrito por Jordi Via ha tocado la fibra. “Es una letra que transmite la mayoría de lemas de las últimas campañas de captación de socios, describe muchos momentos de los 125 años de historia, y en un momento u otro todos pueden sentirse identificados con ella”, nos contó Juanico, visiblemente emocionado por la acogida.

Un momento mágico en el estadio
Actuar en el RCDE Stadium no es cualquier cosa, incluso para un artista acostumbrado a actuar ante auditorios multitudinarios. Cris lo vivió con intensidad: “Estar ante tanta gente ya lo he vivido, pero fue diferente porque hay una comunión, sabes que todos comulgan, y has de respirar muy adentro. Esa hierba es una maravilla, un partido desde fuera se ve como una cosa más pero es una liturgia total”.
Entre nervios y orgullo
“No pensé cuando me dijeron de cantar en el estadio, si participas en un proyecto así ha de ser con todas las consecuencias”, explicó. La actuación fue por la tarde, pese a que se pidió que el partido fuera más tarde para facilitar su presencia. “Fue un placer y un orgullo, muy contento de poderlo hacer pese a que, es verdad, me comportó muchos nervios”.
Más que música, un sentimiento
“He recibido felicitaciones de pericos y aficionados de otros clubes que no tienen envidia de tener canciones así en sus clubes”, confiesa. Las pocas críticas que ha recibido no tienen que ver con lo musical: “Hablamos de cosas que no tienen que ver con la música ni la canción”, zanja.
Un Espanyol reconocible y humilde
Juanico, que sigue al equipo con pasión, también analizó el momento deportivo: “En el Espanyol estamos gozando de buenos partidos, hay la sensación de que puedes ganar muchos partidos, no hay egos, tenemos un técnico con los pies en el suelo y hemos de gozar de ello”.

“Si por mí fuera, la pondría cada partido”
Sobre el futuro de la canción, fue claro: “Lo dirá el tiempo. Si fuese por mí, ojalá se pudiese utilizar para celebrar títulos, pero creo que si la ponen y la gente se engancha, se puede poner cada partido. Depende de cómo vaya el equipo, cuando haya un bajonazo a lo mejor no toca o quizá será el momento. Ha de servir para aguantar los ánimos o para subirlos”.
Y así, entre recuerdos, música y sentimiento, Cris Juanico ha ayudado a que este 125 aniversario tenga algo que quedé para siempre. Una canción que no pretende explicar qué es el Espanyol. Solo sentirlo.