El Espanyol celebra 125 años de historia y lo hace en un momento especial, tanto por la buena dinámica deportiva como por la reciente llegada de una nueva propiedad. Pero entre los símbolos y la nostalgia también hay margen para los interrogantes. Y uno de ellos sigue siendo el papel de Mao Ye, CEO del club, cuya continuidad bajo Alan Pace no ha sido especialmente bien recibida por parte del entorno. Muchos socios esperaban un corte más claro con la etapa anterior, a pesar de lo cual el nuev propietario blanquiazul ha defendido su continuidad.
Mao Ye se explica: su historia personal con el Espanyol
En una entrevista con RAC1, el directivo quiso dejar claro que su vinculación con el club va más allá del cargo. “Lo he explicado muchas veces. Yo me hice del Espanyol por cuestiones profesionales hace 10 años. Mi historia es un poco diferente de la mayoría de los pericos. Yo tengo el orgullo de explicar que he hecho el proceso contrario.”
Y detalló cómo esa relación acabó afectando a su entorno familiar: “Fui yo quien llevó a mi padre al campo, yo quien le regaló la primera camiseta a mi abuelo, que pudo disfrutar los últimos 3 años de su vida. Cada familia perica tiene sus historias, el Espanyol es una familia.”
Venta a Alan Pace: proceso “sincero y transparente”
Sobre la llegada de Velocity y Alan Pace, Mao Ye aseguró que fue todo más fluido de lo que parecía desde fuera: “Es un proceso bastante normal. Lo hemos vivido muy bien. Es una operación compleja corporativamente hablando. No es una venta total, es parcial. Rastar forma parte del accionariado del holding.”
Insistió en que la transición ha sido ordenada: “Se han entendido Chen y Alan. El proceso ha sido con sinceridad y transparencia, poniendo en común conceptos básicos de gestión. El equipo de Velocity ha entrado en el club de una forma muy fácil.”
Ampliación de capital descartada, pero con otros planes
En el terreno económico, Mao Ye fue claro: no habrá ampliación de capital a corto plazo, aunque dejó la puerta abierta a otras fórmulas de crecimiento: “La voluntad es hacer crecer el club. Hay muchas fórmulas. No es que tenga previsto a corto plazo una ampliación de capital, pero tenemos que trabajar para tener un presupuesto más amplio.”
Y matizó: “No queremos crecer y luego hundirnos. Queremos dar pasos sólidos hacia el futuro.”
Su continuidad: contrato indefinido y sin cambios
Uno de los temas más delicados: su futuro bajo la nueva propiedad. Lejos de dar un paso al lado, confirmó que seguirá en el cargo sin fecha de salida a la vista: “Hay continuidad, el contrato a nivel ejecutivo es indefinido. Puede haber un acuerdo de finalización, pero hemos hablado desde el principio y la idea es seguir y trabajar conjuntamente.”
Para buena parte de la afición, esta decisión refuerza la idea de que el relevo institucional no ha traído respecto a su figura el cambio que esperaban, al menos en los despachos.
Objetivo realista… ¿o conservador?
En lo deportivo, Mao reconoció que el arranque ha superado las expectativas. “Preveíamos, tras consolidarnos el año pasado, dar un pasito más. El objetivo era no sufrir tanto como el año pasado. Estar el noveno, décimo, a media tabla. Salvarse a cierta distancia de los de abajo. Pero no nos imaginaríamos estar cuartos o quintos.”
Sin embargo, también pidió calma: “Yo también intento calmar a todo el mundo.”
Una postura comprensible desde el prisma de la gestión, pero que contrasta con la ilusión desatada en la grada, donde se empieza a hablar de Europa.
El ascenso, un punto de inflexión personal y profesional
Mao también recordó lo que supuso el último ascenso a Primera, tanto a nivel emocional como laboral:
“No te lo sabría explicar. Es tan complejo sentimental y profesionalmente. Ese día lo celebré tanto… Pensé ‘es hoy’. Al día siguiente estuve en la oficina, pero ese día me olvidé de todo.”
Y soltó una anécdota muy significativa: “Al acabar el partido lo primero que hice fue decirle al director financiero que borrara el Excel con el plan B.”
La hoja de ruta del CEO
En resumen, la entrevista sirvió para conocer la hoja de ruta del CEO y su lectura de la situación actual. Mao Ye continúa al frente, ahora bajo el paraguas de Velocity, con un discurso prudente, sin estridencias, y con escasa autocrítica sobre la etapa anterior.
