Este domingo, en Mendizorroza, se cruzan dos trayectorias que hace muchos años se tocaron. Por un lado, el Espanyol de Manolo González, instalado con justicia en la zona alta de LaLiga EA Sports tras un arranque de curso más que notable. Por otro, Mariano Díaz, ahora en el Deportivo Alavés, que acaba de reencontrarse con el gol tras una sequía que se había hecho eterna. El destino los vuelve a juntar, aunque ya hace mucho que dejaron de caminar en paralelo.
Del fútbol base perico al fútbol de élite
Aunque muchos lo hayan olvidado, Mariano Díaz tiene raíces blanquiazules. Fue jugador del fútbol base del Espanyol entre 2002 y 2005, cuando aún era un niño con olfato de gol en La Salle Premià. En el Alevín B de Lluís Planagumà firmó 41 tantos en su primer año, y fue campeón de Liga antes de jugar la final del Torneo de Brunete. Luego pasó por el Infantil B, pero con menos minutos de los esperados, su padre optó por sacarlo del club rumbo al CE Premià.

Desde allí su camino fue largo: Fundació Sánchez Llibre, Badalona, Castilla, Real Madrid, Lyon… y vuelta al Bernabéu, donde vivió seis temporadas con escaso protagonismo. Su mejor etapa fue, sin duda, la que firmó en la Ligue 1 con el Olympique de Lyon: 21 goles y 7 asistencias en una sola campaña. De ahí, la vuelta al Real Madrid, donde nunca logró consolidarse. Lesiones, decisiones cuestionadas y la falta de continuidad marcaron su segunda etapa de blanco.

La etapa oscura en Sevilla y la última oportunidad en Vitoria
Después de desvincularse del Madrid, en septiembre de 2023 firmó por el Sevilla FC, aceptando un salario muy bajo para intentar relanzar su carrera. Pero ni la voluntad ni el escudo le bastaron. Jugó 320 minutos en toda la temporada, sin marcar un solo gol y lejos de la versión que un día lo convirtió en una promesa. Aun así, dejó una imagen humana inesperada: “Nos pidió disculpas entre lágrimas por no haber estado a la altura”, desveló Víctor Orta, director deportivo del Sevilla. Un gesto que lo define más allá del terreno de juego.

Mariano Díaz, del paro a Mendizorroza: así se ganó el sitio en el Alavés
El destino a veces da segundas oportunidades, pero pocas veces se las sirve en bandeja. Mariano, que llevaba libre desde el pasado mes de junio tras finalizar su etapa en el Sevilla, decidió moverse por su cuenta. Sin contrato, sin promesas y sin ataduras, pidió entrenar con el Deportivo Alavés en Ibaia para no perder forma, sabiendo que estaba ante una de sus últimas balas en la élite. Y la jugada le salió bien.
No tardó en llamar la atención. Primero con su actitud, después con su olfato en los amistosos. Marcó un doblete ante el Castellón y dejó buenas sensaciones frente al Athletic Club. Eduardo Coudet y su cuerpo técnico tomaron nota: pese a la inactividad, seguía teniendo instinto. Y lo que empezó como un simple entrenamiento se convirtió en contrato. Así, sin grandes anuncios ni vídeos de bienvenida, Mariano se convirtió en jugador del Alavés.
Su arranque no fue fácil. En LaLiga no ha sido ni titular habitual ni determinante, y sus estadísticas en el campeonato doméstico lo reflejan: valoraciones bajas en la mayoría de sus apariciones, sin minutos completos ni participaciones en gol.

El hat-trick de Copa que rompió su sequía
Pero esta semana, al fin, volvió a sentir algo parecido a la felicidad. En el duelo copero frente al modesto Getxo, Mariano marcó tres goles y dio una asistencia.
Cuando un centro es medio gol.
𝗠𝗮𝗿𝗶𝗮𝗻𝗼 no perdona.#LaCopaMola #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/RpLrJddgX2— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) October 30, 2025
La cifra, más allá del rival, tiene un simbolismo enorme: ponía fin a una sequía de 1.264 días sin marcar en partido oficial. Su último gol había sido el 15 de mayo de 2022, con el Madrid ante el Cádiz.

Esa noche en Getxo, frente a un rival muy inferior, no cambiará su carrera. Pero sí le devuelve una sensación que parecía olvidada. Y, quién sabe, puede ser el inicio de algo. Lo dijo él mismo en su presentación con el Glorioso: “Volver a la máxima competición era un objetivo. Quiero reivindicarme y hacer una gran campaña y ayudar al equipo con goles y experiencia”.
Las veces que Mariano ha sonado como refuerzo para el Espanyol
A lo largo de su carrera, varias veces sonó con fuerza la posibilidad del retorno de Mariano Díaz al Espanyol: sin ir más lejos, a inicios del verano de 2017 llegó a estar en las instalaciones del RCDE Stadium, conociendo las mismas invitado por los dirigentes del Espanyol, aunque fue imposible afrontar si cesión -acabó marchando como explicábamos al Olympique de Lyon-. En el mercado de invierno 2019-20, al no contar con minutos por parte del entonces técnico del Madrid Zinedine Zidane, se volvió a intentar repatriarlo, aunque entonces las exigencias económicas del jugador hacia el club blanco para aceptar una salida lo hicieron imposible. También en diciembre de 2022 se volvió a hablar de esta posibilidad, al igual que en verano de 2024. Por unas razones u otras, nunca se acabó llegando a un acuerdo.
Un reencuentro sin morbo, pero con memoria
No hay morbo. No hay cuentas pendientes. No hay intención de mirar atrás. Pero sí hay un reencuentro curioso entre dos historias que, aunque hace mucho que se separaron, una vez compartieron vestuario y que muchos soñaron volvieran a cruzase. El Espanyol llega a Mendizorroza con el objetivo de seguir sumando y consolidar su gran momento. Y Mariano Díaz llega con la intención de demostrar que aún le queda gasolina.

