El Espanyol recibirá este sábado al Villarreal en un duelo marcado por el estado anímico de su rival. El conjunto de Marcelino García Toral aterriza en Cornellà con la moral por los suelos tras caer 1-0 en Chipre frente al Pafos, equipo debutante en la Champions League que hasta ahora no había estrenado su casillero de victorias. El tropiezo fue sonoro, tanto por el nivel del rival como por la manera en que se produjo: desconexión total, falta de acierto y un gol encajado en un córner mal defendido.
Marcelino no se guardó nada en ese partido europeo: puso a muchos de sus titulares pensando en sacar adelante un encuentro que debía servir para relanzar al equipo en la clasificación del grupo. Pero la apuesta salió cara. El desgaste físico, el golpe moral y la rajada posterior del técnico han dejado al Submarino en plena marejada.
Marcelino carga contra sus jugadores tras el bochorno
Tras el pitido final en Limassol, el técnico asturiano no se mordió la lengua: “Si no respetas al rival y no eres humilde te puede pasar esto. No hemos demostrado nada. Hemos perdido un partido que deberíamos ganar. Y por lo menos no perderlo de la forma en la que lo hemos hecho”. Y no se quedó ahí.
Las palabras de Marcelino tras la derrota: pic.twitter.com/ob8079p4qy
— Villarreal CF (@VillarrealCF) November 5, 2025
Marcelino lamentó con claridad la falta de intensidad y compromiso de sus futbolistas: “Hemos hecho un partido muy malo, no parecía que estábamos jugando la Champions”. Aseguró que su equipo fue incapaz de generar peligro real durante buena parte del partido: “Desde el minuto 10 al 45 ni tiramos a puerta y lo normal es que, con un bagaje tan malo, te ganen”. El entrenador del Villarreal no puso paños calientes y se responsabilizó directamente: “El primer responsable soy yo”.
Estas palabras, que suenan a bronca seria puertas adentro, pueden tener consecuencias en forma de cambios para el partido ante el Espanyol, aunque el calendario no da tregua y la plantilla amarilla no es infinita. El Submarino llega tocado y sin apenas tiempo para lamerse las heridas.
Oportunidad para el Espanyol pese al mal historial
En medio de este escenario tan convulso, el Espanyol se agarra a la oportunidad de pescar en río revuelto. Es cierto que el Villarreal, por plantilla y presupuesto, parte como favorito en este tipo de encuentros. Y más si repasamos los precedentes: en sus 27 visitas a terreno perico, los groguets han ganado en 11 ocasiones, frente a solo 4 victorias blanquiazules y 12 empates.

El RCDE Stadium no ha sido precisamente un fortín ante los de La Plana en los últimos años. La única victoria perica en las últimas 14 visitas del Villarreal fue aquel 3-1 de la temporada 2018-19, con goles de Hernán Pérez, Darder y Piatti, y Rubi en el banquillo. Desde entonces, empates y derrotas que han alimentado esa sensación de que el Espanyol sufre siempre que se cruza con el Submarino.
El contexto emocional juega a favor de los blanquiazules
Manolo González y su equipo saben que, si hay un momento para ganarle al Villarreal, es ahora. El batacazo europeo ha dejado tocado a un equipo que no está acostumbrado a vivir semanas como esta. Además, la exigencia del calendario y la presión sobre Marcelino tras su dura autocrítica podrían generar dudas, cambios forzados y nerviosismo en el once rival.
El Espanyol, por su parte, llega con ganas de reivindicarse tras caer en Vitoria, y sabiendo que un triunfo ante un rival de entidad puede volver a enganchar a una afición que llenará el RCDE Stadium con el objetivo de empujar a los suyos. Hay margen para soñar.
