No hubo gritos, ni apenas aplausos, ni ese “oooh” de emoción que se escucha cuando toca el gordo. En la sede del Atlético Baleares, cuando salió el nombre del Espanyol como rival para la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, el ambiente se quedó tibio. Nada que ver con falta de respeto. El Espanyol impone, y eso nadie lo duda. Pero es que en Palma todo el mundo soñaba con el Mallorca. Y cuando ese derbi histórico se esfumó, también lo hizo buena parte de la ilusión que se había acumulado en los días previos.
Patrick Messow, director general del club balearico, y Marc Julià, su secretario técnico, se lo tomaron con la serenidad de quien esperaba otra cosa. Sin caras largas, pero tampoco con la chispa que habría encendido una eliminatoria ante el eterno rival. Era el momento de la Copa, y todos imaginaban un Estadi Balear a reventar, con ambiente de derbi, olor a historia y rivalidad de verdad. No será esta vez.
Reacción de Patrick Messow y Marc Julià al conocer que el @atleticbalears se enfrentará al @RCDEspanyol pic.twitter.com/WlwX7QjAv9
— SER Deportivos Baleares (@SERdepbaleares) November 11, 2025
El Mallorca, el rival deseado por todos en Palma
La expectativa era altísima. Atlético Baleares – Mallorca, aunque haya caído en el olvido para muchos fuera de la isla, es uno de esos derbis que en Palma se viven con el corazón en la garganta. De hecho, solo se ha disputado en dos ocasiones en Copa del Rey, y la última fue hace casi cuarenta años. En 1949 el Mallorca ganó por la mínima, y en 1986, en un Estadi Balear que aún guardan muchos en la retina, los bermellones se impusieron en la prórroga por 2-4, con goles de Magdaleno, Crespí y Orejuela.
Con ese contexto, es normal que en los despachos del club blanquiazul la ilusión por el sorteo girara en torno a ese cruce. Era el duelo soñado por la afición, por los medios locales, por los jugadores… y también por los dirigentes. Y cuando el azar decidió lo contrario, costó disimular el chasco.
Jagoba Arrasate también quería derbi
Hasta en el cuadro bermellón se hablaba del posible cruce. Jagoba Arrasate, técnico del Mallorca, confesó en rueda de prensa que le hacía ilusión enfrentarse al Atlético Baleares en esta ronda. Una declaración que encendió todavía más la mecha en Palma, donde el simple rumor de un derbi ya había desatado una corriente de ilusión entre los aficionados.
Al final, no pudo ser. El Espanyol será el visitante, y aunque no tiene ese ingrediente pasional, sí trae su propia historia. El regencuentro con Luis Blanco, ahora en el banquillo local, el ambiente copero, y el hambre de un equipo de Segunda RFEF que quiere volver a hacer historia, como ya hizo ante el Getafe o el Celta en la Copa de 2022.
