El Espanyol se viste hoy de luto por una persona muy especial. Ha muerto Xabier Azkargorta, un tipo muy querido no solo en el mundo del fútbol, sino muy especialmente entre las gentes de nuestro club. El Bigotón falleció este viernes 14 de noviembre a los 72 años en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el país que le acogió como suyo y donde su nombre quedó grabado en la historia para siempre. Llora el Espanyol, donde se convirtió en leyenda y en el entrenador más joven que vio la Primera división. Llora Bolivia, donde era un semidiós por conducir a su selección al Mundial de 1994 y donde echó profundas raíces. Llora Azpeitia, la localidad guipuzcoana que le vio nacer… Lloran todos porque Xabier Azkargorta ha muerto.
Una figura global con sello perico
Aunque su fama cruzó continentes, siempre fue uno de los nuestros. Dirigió al Espanyol entre 1983 y 1986, cuando con apenas 29 años se convirtió en el entrenador más joven de la historia de la Primera división. Para un club como el nuestro, tan de apostar por lo difícil, aquello fue más que un récord: fue un mensaje. Azkargorta venía con una mentalidad distinta, trabajadora, sin ínfulas, con ese toque de profe sabio que explicaba todo como si estuviera en una charla entre colegas.
Un técnico que hizo historia en cada país que pisó
Pero el Espanyol fue solo el punto de partida. En Bolivia no solo entrenó a los clubes más grandes -Bolívar, Oriente Petrolero, Sport Boys o Palmaflor- sino que escribió con letras gigantes la mayor gesta de su fútbol: la clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994, la única de Bolivia por mérito propio. Desde entonces, fue tan querido que incluso llegó a rechazar ser ministro de Educación, Sanidad y Deporte.
Pasó por todo, pero siempre con el balón cerca
Azkargorta fue mucho más que entrenador. Médico de formación, se convirtió en uno de los técnicos españoles más internacionales: dirigió a las selecciones de Bolivia y Chile, entrenó en Japón (Yokohama Marinos), México (Chivas de Guadalajara), trabajó con el Real Madrid en sus escuelas deportivas, y llegó a ejercer como director deportivo en China y hasta fugazmente en el Valencia. Pero lo suyo era el verde. Su último trabajo como entrenador fue en Palmaflor en el año 2020. Luego se retiró de la actividad en el fútbol y pasó a ocupar el cargo de asesor deportivo en el Gobierno municipal de Santa Cruz.
Un sabio con bigote que nunca dejó de enseñar
Tenía un aura muy particular. De esos que te hablaban de fútbol sin gritar, sin imponer. Que te explicaban una idea, un sistema o una anécdota de vestuario con esa calma que solo tienen los que han vivido mucho. Descubridor de jugadores de renombre, siempre rodeado de futuro, aunque él llevara ya años de experiencia a cuestas. Y sí, siempre con su bigote, que al final era su seña, pero también su escudo.
Se marcha un perico eterno, queda su legado
No hay muchas figuras como él. Fue pionero, fue símbolo, fue embajador del fútbol y, sobre todo, fue una buena persona. De esas que no necesitan levantar la voz para que se les escuche. Hoy el Espanyol llora su pérdida y lo hace con el respeto de quien sabe que Xabier Azkargorta formó parte de nuestra historia. Que puso su granito de arena en hacer crecer este club. Y que allá donde fue, llevó el escudo en su memoria.
Descansa en paz, querido Xabier. Aquí nunca te olvidaremos.