El Espanyol arranca este lunes ante el Sevilla una racha de cinco partidos de Liga que van a dejar muy claro hacia dónde va el equipo esta temporada. Y no solo eso, entre medio también hay Copa. O sea, que lo que pase en este tramo final del año definirá buena parte del objetivo real del curso.
Los de Manolo González recibirán primero al Sevilla (lunes 24, 21:00h), viajarán a Vigo para medirse al Celta (domingo 30, 18:30h), y volverán a Cornellà para recibir al Rayo Vallecano (domingo 7 diciembre). Después, les espera el siempre incómodo Getafe en el Coliseum (sábado 13) y acabarán el año visitando San Mamés para medirse al Athletic (lunes 22, 21:00h). A eso se suma la segunda ronda copera ante el Atlético Baleares (jueves 4 diciembre) y la tercera ronda, prevista para los días 16, 17 o 18 de diciembre.
En resumen: seis -o siete- partidos en 28 días. Una maratón que va a decir si el Espanyol puede soñar con Europa… o si toca bajar el soufflé y asegurar, al menos, una temporada sin angustias.
El Sevilla, esperando ganar efectivos para la visita al Espanyol
Mientras el Espanyol ya lleva dos sesiones acumuladas esta semana en la Dani Jarque, con la vuelta de los jugadores que actuaron ante Palestina (Jofre, Fortuño, Terrats y Roca) y la ausencia todavía de Pickel, el Sevilla apenas ha podido arrancar.

Los andaluces volvieron este miércoles al trabajo tras tres días y medio de descanso. Almeyda no pudo recuperar a ninguno de sus lesionados y aún espera el regreso de varios internacionales como Vargas, Nyland o Suazo. De momento, solo Gudelj, Ejuke y Akor Adams han entrenado con normalidad.
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— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) November 19, 2025
En el Espanyol, que hoy tendrá día de descanso, siguen sin contar con Javi Puado, que evoluciona de su esguince de rodilla. El propio capitán lo decía hace unos días: “Lo importante es recuperarte bien, porque si te recuperas rápido pero luego vuelves a recaer o te lesionas no sirve de nada”. Habrá que seguir esperando.
Romper la maldición: el Sevilla, una bestia negra
Por si no fuera suficiente presión, al Espanyol le toca empezar esta serie contra un rival que históricamente se le ha atragantado. No gana al Sevilla en Liga desde 2017, ni en el RCDE Stadium ni en el Pizjuán. Doce partidos seguidos sin victoria, con ocho derrotas y cuatro empates. Si nos centramos en los encuentros jugados en Cornellà, son cinco victorias sevillistas y un empate en las últimas seis visitas.
La última vez que se celebró un triunfo perico ante ellos en casa fue en enero de 2017, un 3-1 en que anotaron el malogrado José Antonio Reyes, Marc Navarro y Gerard Moreno por los nuestros, y Stevan Jovetić por los hipalenses. En los banquillos, Quique Sánchez Flores y Jorge Sampaoli. No ha llovido nada… Tras aquel 3-1 del curso 2016-17, el Sevilla se impuso en tres ocasiones consecutivas (0-3 en la 2017-18, 0-1 en la 2018-19 y 0-2 en la 2019-20) antes de empatar en la 2021-22 (1-1) y volver a ganar en la 2022-23 (2-3) y 2024-25 (0-2)
Y ojo a otro dato: el Sevilla ha marcado en sus últimos 14 partidos ligueros contra el Espanyol. Una racha de las que duelen. La última vez que los pericos dejaron a cero a los hispalenses fue en 2013.
Las claves del partido: centros pericos vs contragolpe andaluz
El duelo promete emociones y ocasiones en ambas áreas. El Espanyol es, ahora mismo, el segundo equipo que más centros al área lanza en toda Europa, con Edu Expósito en modo generador total: 28 ocasiones creadas esta temporada. Si los de Manolo conectan bien la parte alta, el peligro está asegurado.

Por su parte, el Sevilla es un equipo que tiene pólvora en la contra. De hecho, ha ganado tres de sus últimos cinco partidos como visitante y casi siempre encuentra opciones de gol, especialmente cuando Rubén Vargas entra en ritmo (suma siete participaciones de gol en once jornadas).

Eso sí, los andaluces llegan muy justitos de efectivos como apuntábamos. Si el Espanyol está serio atrás y aprovecha su superioridad física, tiene una buena oportunidad de dar el golpe.
El momento de demostrar para qué está este equipo
Después del buen arranque de temporada, con rachas de buen juego y competitividad en campos complicados, las dos últimas derrotas consecutivas (ante Villarreal y Athletic) han dejado al Espanyol en ese terreno resbaladizo de las dudas. Pero esta es la oportunidad perfecta para despejarlas.
Ganar al Sevilla no solo supondría romper una maldición de casi una década, sino también enviar un mensaje claro: que este Espanyol va en serio. Que quiere más. Que tiene plantilla y argumentos para pelear por Europa. O al menos para competir hasta el final.
