Salía desde el banquillo y acabó firmando el gol de la tranquilidad. Roberto Fernández fue clave en el 2-1 del Espanyol ante el Sevilla, y tras el partido no escondió la alegría por reencontrarse con el gol en casa: “La verdad es que ha sido un buen gol. Tenía ganas de volver a marcar aquí en el estadio y también para volver a conseguir una victoria con nuestra gente y ahora toca seguir trabajando”.
El tanto, el cuarto que anota en LaLiga esta temporada, llegó en los minutos finales, cuando sufría el equipo por quedarse los tres puntos. Roberto lo sintió así: “Sí, claro, y más en los últimos minutos”. Fue el momento para soltar tensión acumulada y celebrarlo a lo grande, con todo. Quizá demasiado: “Me qué la camiseta así ya por soltarme un peso encima y ya está”, dijo tras ver la amarilla por la celebración.
Un partido con altibajos, pero con final feliz
El Espanyol no tuvo un camino sencillo ante el Sevilla, y Roberto lo reconoció: “Bueno, un partido bueno. Es verdad que en la primera parte, en los últimos minutos nos ha costado un poco más, el Sevilla nos estaba cogiendo”. El descanso vino bien y en la reanudación el equipo respondió como se esperaba. “Sabíamos que en la segunda parte la afición también tenía que remar con nosotros para ganar la victoria y bueno, así ha sido”, añadió.
El gol del propio Roberto debió cerrar el partido, pero el autogol de Cabrera reactivó el suspense. Por suerte, el equipo supo aguantar: “Ya que nos poníamos por delante, el partido tenía que ser nuestro sí o sí. Lo hemos dado todo hasta el último minuto y hemos podido conseguir esa victoria súper importante”.
Pensando ya en Vigo: buenos recuerdos de Balaídos
Con la victoria ante el Sevilla en el bolsillo, el foco ya está en la siguiente parada: Balaídos. Roberto recordó el último precedente allí: “Vamos ahora ya a Vigo, que la verdad es que el año pasado se nos dio bastante bien. A ver si este año podemos sacar otra victoria allí”.
La afición, clave en una noche helada y entre semana
El delantero cerró su intervención con una dedicatoria clara a la grada, que animó sin descanso pese a lo poco apetecible del horario: “Increíble, totalmente increíble. Al final, ante este tipo de calendarios, sabemos y valoramos que la gente venga entre semana, a las nueve o el lunes, con el frío también. Y nosotros estamos súper agradecidos con ello”.
Otro gol, otra victoria, y otro motivo para creer que este Espanyol va en serio.