Este martes al mediodía se ha celebrado la esperada Junta General Ordinaria y Extraordinaria de Accionistas del RCD Espanyol. Una cita clave no solo para ponerle el lazo final al relevo en la propiedad del club, sino también para dar forma al nuevo Consejo de Administración. La Junta, que ha combinado asistencia presencial y telemática, ha servido para oficializar que Alan Pace ya es, a todos los efectos, el nuevo presidente del Espanyol, tomando el relevo de Chen Yansheng, cuya despedida se limita a las dos líneas que cerraban la carta de convocatoria de este acto. Como era de esperar dada la situación accionarial, todos los puntos del orden del día se han aprobado de manera aplastante.
Mao Ye sigue al frente como CEO y como vicepresidente primero, y detalla la situación económica
El primero en hablar ha sido Mao Ye, que sigue como CEO del club y vicepresidente primero ha desgranado un informe con algunos datos relevantes. Ha explicado que el retorno a Primera ha permitido recuperar ingresos, aunque el cálculo ponderado de derechos televisivos aún penaliza. Ha señalado las dificultades para cerrar patrocinios importantes en parte por la coyuntura de las casas de apuestas y de cryptos, y ha valorado el buen crecimiento del ticketing, y que se quiere trabajar en la generación de ingresos que no tengan que ver con la venta de jugadores. Mao expuso que la cifra de negocio ha pasado de 61 a 95 millones gracias al ascenso, y que, después de cuatro ejercicios seguidos en rojo, el Espanyol cerró el curso 2024-25 con unos beneficios de 2,2 millones. También se informó de que la deuda financiera se ha reducido a siete millones. Sin embargo, al ser preguntado en el turno de ruegos y preguntas por cómo se explica ese beneficio si el presupuesto contemplaba vender por 14 millones y solo con Joan García se ingresaron 26,4, el dirigente matizó que “se deben tener en cuenta otras operaciones que generaron pérdidas bastantes significativas, como las rescisiones de Pacheco y Lazo”, y apuntó a “algunos gastos adicionales” provocados por el retorno a la élite. Además, el activo del club ha caído de 211 a 191 millones, una bajada atribuida tanto a datos heredados de la etapa en Segunda como a la política de fichajes del pasado reciente, basada -como reconoció Mao– en “priorizar el rendimiento inmediato con jugadores cedidos y libres”.
Se renueva el consejo: llega Pace con los suyos y se marcha el núcleo Rastar
La Junta ha aprobado la modificación de los estatutos para que el Consejo pueda tener entre cinco y treinta miembros, y ha oficializado la salida de los hombres ligados a Rastar, con la única excepción de Mao Ye, que se mantiene, y Rafa Marañón; así, se despiden Chen Yansheng y su hijo, Chen Chuanghuang, Lu Zuilan, Chuang Huang Chen y Zheng Zefeng.
En su lugar entran figuras clave del nuevo proyecto: Alan Pace como presidente, Antonio Dávila como su mano derecha y Stuart Hunt, el directivo del Burnley y socio de Pace en ALK Capital. El mensaje está claro: un consejo pequeño, funcional, de plena confianza y muy vinculado a Velocity.
Todos los puntos del orden del día, aprobados sin sobresaltos
Más allá del relevo en la cúpula, la Junta ha aprobado todos los puntos del orden del día, incluidas las cuentas anuales, la gestión social del último año, el estado de información no financiera, la delegación de facultades al nuevo consejo y la reelección del auditor, único punto en el que la APMAE anunció que votaría en contra. La jornada ha transcurrido con calma, sin sobresaltos ni tensión, y aunque no se pueden extraer demasiados detalles ya que las explicaciones han sido más bien escasas, ha dejado la sensación de que el Espanyol entra por fin en una nueva etapa.