Se ha confirmado. En el año que entra, el gobierno ha confirmado, por fin, la esperada revalorización de las pensiones. Esta medida busca algo importante: garantizar que el poder adquisitivo de los pensionistas frente a la inflación y atender las necesidades de aquellos que más lo necesitan. A continuación, vamos a ver todos estos detalles más de cerca.
Incremento general de las pensiones contributivas
Las contributivas incluyen prestaciones por jubilación, viudedad, incapacidad permanente y orfandad, van a ver una subida del 2,8%. Este porcentaje se calcula con base en conocido IPC medio que se calcula entre el mes de diciembre de 2023 y noviembre de 2024. El objetivo es proteger el poder adquisitivo de los pensionistas ante el aumento de preciso que hemos visto y seguimos viendo hoy.
En términos prácticos, la pensión media de jubilación, actualmente está en 1.447,36 euros mensuales, subirá a 1.487,88 euros, lo que supone una subida al de unos 600 euros.
Mejora significativa en las pensiones mínimas
Las mínimas recibirán un impulso mayor, con subidas que van a llegar aproximadamente el 6%. Por ejemplo, la mínima de jubilación para personas mayores de 65 años con cónyuge a cargo aumentará de 1.033,30 euros a 1.126,30 euros mensuales.
El enfoque del Gobierno en priorizar las pensiones mínimas refleja un esfuerzo por atender a los colectivos más vulnerables, especialmente aquellos que enfrentan mayores dificultades económicas. Este ajuste contribuye a reducir la desigualdad y garantiza un ingreso digno para quienes dependen de estas prestaciones.
Revalorización de pensiones no contributivas y el IMV
Las no contributivas, son para personas que no han cotizado lo suficiente para acceder a las contributivas, estas, también van a ver una subida del 9%. Este cambio va a subir la cuantía anual de estas pensiones de 7.250,60 euros a 7.599 euros, lo que representa un refuerzo importante.
Por su parte, el Ingreso Mínimo Vital se ajusta con una subida similar del 9%, reforzando el apoyo a las familias y personas que están en situación de mayor necesidad. Este aumento busca solo garantizar la subsistencia de los beneficiarios y también el promover su integración en el mercado laboral y la sociedad.
Aumento de la pensión máxima
Otro cambio en 2025 es el aumento de la pensión máxima mensual, que pasará de 3.175,04 euros a unos 3.267 euros. Esto supone un incremento mensual de 92,56 euros, lo que beneficiará a aquellos con las cotizaciones más altas dentro del sistema de Seguridad Social. Este ajuste gradual forma parte de un plan de subida progresiva que se extenderá hasta 2050, diseñado para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y adaptarlo a las necesidades económicas futuras.
Compromiso con el poder adquisitivo de los pensionistas
El incremento de las pensiones en 2025 refleja el compromiso del Gobierno con la protección del poder adquisitivo de los pensionistas. Con estas medidas, el sistema de pensiones refuerza su papel como un pilar esencial del bienestar social, garantizando ingresos adecuados para los jubilados y otros colectivos vulnerables. Además, se envía un mensaje claro de estabilidad y sostenibilidad, asegurando que las generaciones futuras puedan contar con un sistema sólido y confiable.
Los cambios en las pensiones para 2025 no solo tienen un impacto económico, van más allá, impactan también en lo social. Mejorar las condiciones de los pensionistas más necesitados equivale a reducir la pobreza y la desigualdad, al tiempo que fomenta la cohesión social. Este enfoque busca atender tanto a quienes tienen menores recursos como a aquellos con mayores cotizaciones, fortaleciendo así la confianza en el sistema público de pensiones.
