La seguridad de los niños siempre ha sido una prioridad para las autoridades de tráfico, y pensando en ello se han implementado, a lo largo de los años, una serie de cambios en las normativas.
En este sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha recientemente cambios en lo que respecta a los Sistemas de Retención Infantil (SRI), esto con el objetivo de mantener actualizadas las regulaciones que garanticen la protección de los niños en los vehículos. Gracias a estas modificaciones se aumentan las probabilidades de proteger a los más pequeños de la familia durante los viajes en carreteras, lo que resulta esencial considerando que son pasajeros mucho más vulnerables en el momento de sufrir cualquier tipo de accidente.
Sistemas de Retención Infantil (SRI): ¿por qué son tan importantes?
Los SRI son en la práctica dispositivos fundamentales para proteger a los niños en posibles accidentes automovilísticos. Y es que estos sistemas proporcionan, entre otras cosas, una sujeción adecuada que reduce el riesgo de lesiones en caso de colisión, ya que se adaptan al peso y tamaño de los niños. La seguridad de los niños en un vehículo siempre dependerá de la elección y el uso adecuado de un SRI.
Es importante indicar que, aunque los niños mayores de 12 años con una estatura igual o menor a 135 centímetros pueden usar los cinturones de seguridad del vehículo, siempre se recomienda encarecidamente el uso de SRI hasta que alcancen, como mínimo, los 150 centímetros. Esta recomendación se basa en investigaciones y estadísticas que demuestran que los SRI son efectivos para prevenir lesiones graves en niños durante accidentes de coches.
Tipos de SRI y sus especificaciones
De acuerdo con la legislación actual, existen cuatro tipos principales de métodos de retención infantil. Estos métodos se clasifican en función del peso y tamaño del niño. A continuación, compartimos algunos de los detalles más destacados:
- Grupo 0 (0 a 10 kg): estas sillas deben colocarse en los asientos traseros, orientados en sentido opuesto a la marcha del vehículo. Para los capazos, la normativa indica que deben colocarse transversalmente a la marcha, con la cabeza del bebé en el centro del vehículo.
- Grupo 0+ (0 a 13 kg): estas sillas están diseñadas para instalarse en sentido contrario a la marcha y deben reemplazarse cuando el bebé supere los 13 kg de peso o su cabeza salga del respaldo.
- Grupo I (9 a 18 kilogramos): para estas sillas que utilizan el cinturón del vehículo o el proporcionado por el fabricante, por lo que resulta de vital importancia seguir las instrucciones específicas de instalación. Es importante destacar que, en este caso, la silla se debe instalar antes del asiento del niño.
- Grupo II y grupo III (15 a 36 kilogramos): finalmente, consiste en asientos elevadores con respaldo. Estos asientos son recomendados para niños que son demasiado grandes para una silla normal, pero aún no alcanzan la altura para usar el cinturón de seguridad del vehículo.
Actualización de la normativa y recomendaciones
Teniendo en consideración los aspectos anteriores, es importante destacar que la DGT ha anunciado cambios significativos en lo que respecta a la normativa SRI para aumentar la seguridad de los niños en los vehículos.
En este contexto, conviene destacar que desde septiembre del año pasado la normativa R44, la cual se mantuvo vigente hasta 2013, no se aplicaba a la producción de sillas por parte de ningún fabricante europeo. En su lugar, la normativa R129, que mejora la ingeniería y los materiales de los SRI, se comenzó a utilizar desde ese momento.
De acuerdo a lo anterior, a partir del 1 de septiembre de 2024, las sillas que cumplan con la normativa R44 ya no podrán ser vendidas en la Unión Europea, aun cuando se consideran seguras. En la práctica, la DGT recomienda actualizar a la normativa R129 siempre que sea posible para aprovechar las mejoras en seguridad que ofrece.
Como hemos visto, estos cambios son fundamentales para ofrecerle a los niños una protección mucho más completa e integral, indispensable para garantizar su integridad en cada viaje, ya sea un traslado corto dentro de la propia ciudad o por carretera.
