El hecho de recibir una mala noticia y que la misma venga a través de un medio electrónico por el que podrían estar convirtiéndonos en objeto de un fraude, podría verse como una confirmación de aquel dicho popular que afirma que las malas noticias nunca vienen solas. También podría verse como lo que realmente es: la ejecución de un viejo delito a través de nuevos medios de comunicación, como el correo electrónico.
La DGT y la Guardia Civil están advirtiendo, mediante diversos medios, sobre una estafa que viene ejecutándose a través de correos electrónicos donde se notifica a los usuarios que han cometido una infracción y se les solicitan sus datos personales. Estas comunicaciones parecen de carácter oficial, pero hay un detalle que las descubre como lo que son, trampas digitales: que la DGT no utiliza correos electrónicos para informar a los usuarios sobre infracciones y multas, sino correspondencia convencional a través del correo postal, o de manera telemática, a través de páginas oficiales.
Cómo se ejecuta el fraude
La trampa comienza con un mensaje de SMS en la pantalla del móvil, con todo el aspecto de ser una información oficial de la DGT. Ahí nos informan que tenemos una multa pendiente cuya fecha de caducidad está a punto de cumplirse, e indican un enlace por el que se puede acceder a más información.
Al abrir el link, entramos en la página web de los impostores electrónicos. Allí nos van a informar que tenemos una multa pendiente a punto de caducar, debido a alguna clase de infracción leve que pudimos haber cometido sin darnos cuenta, como aparcar en un lugar prohibido, o estar sin el cinturón de seguridad con el coche detenido en el carril. Nos advierten que tenemos que pagar la multa en menos de 24 horas y que podemos hacerlo utilizando la tarjeta de crédito.
Si mordemos el anzuelo y pulsamos el botón de “pagar ahora”, nos van a dirigir a otra página donde nos piden nuestros datos personales: nombre y apellido, número de teléfono, correo electrónico, fecha de nacimiento, etc. Y luego nos pedirán los datos de la tarjeta de crédito, tales como fecha de expiración, número completo, código de seguridad, etc. Y este es el verdadero objetivo de todo el fraude: obtener nuestros datos personales y los de la tarjeta de crédito para pasar al siguiente delito, es decir, robarnos. El primer delito fue obtener nuestros datos de forma fraudulenta.
Cómo comunica las multas la DGT
No olvidemos esto: la DGT no utiliza correos electrónicos ni SMS para informar a los conductores sobre multas o infracciones, y la solicitud de datos de los usuarios solo se hace a través de páginas oficiales.
La DGT utiliza la dirección de domicilio que pusimos, cuando gestionamos o renovamos el carnet de conducir, para enviarnos las notificaciones de multas. Esta es su principal vía. La otra forma de comunicar las multas, si lo solicitamos con antelación, es a través de la Dirección Electrónica Vial (DEV). En este caso, la comunicación electrónica se hace a través de la plataforma digital de la DGT.
Con frecuencia, la dirección que damos cuando sacamos la licencia no se corresponde con nuestra dirección actual, y aunque es obligatorio notificar el cambio de dirección, son muchos los conductores que no cumplen con este paso, por lo que es posible que las notificaciones de las multas no les lleguen por vía postal. En estos casos, cuando la DGT no puede localizar al infractor, se envía al Tablón Edictal Judicial Único, que es donde se publican todas las notificaciones administrativas.