A partir del mes de enero, comienzan percibir más cantidad de dinero los beneficiarios de las pensiones mínimas y no contributivas en virtud del aumento de la cuantía que el Gobierno introdujo para el presente ejercicio. Esta subida tiene la voluntad de dar un leve impulso a los colectivos más perjudicados, conforme a que puedan así crecer la cuantía de su pensión y los ingresos que perciben mensualmente.
La información que confirma esta noticia es muy bien recibida para aquellos que se sustentan en las pensiones en el día por día. En el caso de las pensiones no contributivas que llegan a las personas que no han logrado cumplir el tiempo mínimo de cotización de 15 años, en el caso del Ingreso Mínimo Vital (IMV) se ,calcula un incremento del 9% respecto a la anterior, y, aparte, las pensiones mínimas también aumentarían de forma elevada.
Se trata de una modificación que emana de la voluntad de satisfacer las necesidades de los pensionistas, que se inserta dentro del compromiso del Gobierno de garantizar el poder adquisitivo de estos colectivos por delante del crecimiento interanual del IPC.
Aumento de las pensiones no contributivas
Las pensiones no contributivas, para aquellas personas que no han podido llegar a cotizar el mínimo de 15 años o que no lo alcanzaron bien, se establecerán en 7.905,80 euros al año, es decir, 564,70 euros al mes, 14 pagas (12 mensuales y 2 pagas extraordinarias). Como puedes ver, el incremento es nada menos que del 9% con respecto al año anterior y también es aplicable al Ingreso Mínimo Vital, que también podría beneficiar a millones de personas a nivel del país.
Este tipo de prestaciones están englobadas dentro de las pensiones de Invalidez y Jubilación, gestionadas por las Comunidades Autónomas y siguiendo las líneas de la Seguridad Social para crear una base económica que responda a las acciones de los beneficiarios a la hora de cubrir las necesidades básicas de su existencia.
Incremento del 6% en las pensiones mínimas
Las pensiones mínimas experimentarán un considerable incremento. En relación con las pensiones mínimas que se fijan para las que tienen un cónyuge a su cargo, se estima que aumenten, en caso de que se apruebe la reforma, un 9,1% hasta el umbral de 15.786,4 euros anuales, lo que se traduce en 1.127,60 euros mensuales. Las que se establecen para los hogares monoparentales quedarán fijadas en 12.241,6 euros, lo que supone una subida también del 6% respecto a los 11.552,8 euros recibidos el año pasado.
Por su parte, las pensiones del Seguro de Vejez e Invalidez (SOVI) también se verán afectadas por aumentos, con un incremento del 6%, de forma que las pensiones no concurrentes subirán hasta los 560 euros mensuales, y las concurrentes a 543,60 euros. Esta norma supone, como decimos, la revocación de ayudas para determinados grupos vulnerables.
Modificaciones en la edad de acceso a la jubilación
En paralelo a la modificación del sistema de pensiones, la reforma también recoge un aumento en la edad de jubilación, además de proponer un crecimiento progresivo hasta 2027. En 2025 la jubilación a los 66 años y 8 meses de edad (salvo que se tenga cotizados 38 años y 3 meses).
Sin lugar a dudas, el objetivo de dicha medida es, no solo la actualización de las pensiones al estándar del coste de la vida a la cual están vinculadas, sino, además, la de garantizar un sistema que pueda ser sostenible y que, a su vez, pueda proteger a las generaciones que han de llegar. Como paso en esta dirección irá también este incremento, ya que es uno de los pasos necesarios para poder conseguir la máxima equidad social posible y la mejora de la calidad de vida de millones de pensionistas de nuestro país que sobreviven con estas prestaciones.