En lo referida a la jubilación, ya no será tan fácil acceder a la pensión de jubilación con el 100% de la base reguladora en los términos exigidos en el actual periodo de transición. Desde el 1 de enero de 2025, han cambiado los requisitos, endureciendo las condiciones de acceso a la jubilación para salir a los 65 años. Ahora bien, por lo que se refiere a esta decisión está vinculada a la reforma en la que se encuentra el Sistema de Pensiones.
La justificación principal de esta medida responde a la intención de lograr la sostenibilidad del propio sistema, sistema que, por otra parte, debe hacer frente al envejecimiento de la población y a la baja natalidad que afecta al país. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha resuelto penalizar las jubilaciones anticipadas y recompensar a quienes lleven a cabo la prolongación de su vida laboral. Todo ello con el fin de equilibrar las propias cuentas.
A partir de este presente año, para jubilarse a los 65 años de edad con el 100% de la pensión habrá de haberse cotizado un mínimo de 38 años y 3 meses. Por otro lado, quienes no alcancen esta cotización tendrán que esperar a la edad de 66 años y 6 meses para evitar la penalización de carácter permanente.
Nuevos requisitos de cotización para 2025
Con el final del presente año 2023, llegan al final del recorrido, todos los trabajadores que se apunten a jubilarse una vez alcanza los 65 años, además de cumplir con el resto de requerimientos que significan una vida laboral con 38 años y 3 meses de cotizaciones. En el caso de que no puedan llegar hasta tal requerimiento, también hay la opción de jubilarse por tiempo de 66 años y 8 meses, y este límite se puede ampliar.
En 2026, la edad mínima para jubilarse para los que no puedan acreditar esta cotización va a ser de 66 años y 10 meses y ya, en 2027, se alcanzan los 67 años. Esta subida tiene su razón de ser con el objetivo de hacer frente al mayor gasto en pensiones, pero también a la cantidad de jubilados que hay cada vez más. También, el sistema intenta premiar a los trabajadores por cotizar un mayor lapso de tiempo y retrasar así su jubilación.
El futuro de las pensiones en España
El sistema de pensiones públicas en España está siendo sometido a uno de los retos más grandes de su casi 40 años de vida. Ha llegado la jubilación de la generación del boom social, por una parte, mientras que se ha producido un notable descenso de la natalidad, por la otra, que están poniendo a prueba la viabilidad de las prestaciones.
El gobierno ha puesto en marcha alguna medida para equilibrar el sistema, pero éstas no han hecho sino generar ciertas incertidumbres a los futuros pensionistas y, además, no se espera que la situación se endurezca en los próximos años, pues las reformas plantean cambios que pueden ayudar a alargar aún más la vida laboral. Todo este conjunto de realidades han puesto en evidenciar la importancia de planificar financieramente el futuro.
Incremento en el gasto y número de pensionistas
Las partidas presupuestarias atribuibles a la suma que se destinará a las pensiones alcanzarán una nueva cifra récord en septiembre de 2024, de un total de 12.855,2 millones de euros, se destinarán a 10,2 millones de pensiones, para los 9,25 millones de pensionistas. La pensión media ascendió a la cifra de 1.258 euros, con un aumento del 5,2% con respecto al año anterior.
También las pensiones contributivas experimentan un aumento cercano al 3%, originado por las proyecciones iniciales que se tienen en cuenta para 2025. Dichas proyecciones van a sustentarse en el índice de precios al consumo, puesto que el Gobierno reafirmó su objetivo de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas a pesar de los ajustes que quedan de toda carga financiera que las pensiones suponen para el sistema.
Una vez más, está claro el mensaje: si quieres una pensión completa debes planificar y cotizar, y si no, el retraso en la jubilación será la única opción para eludir la penalización, pero implicará cumplir con la demanda de unas reformas en sostenibilidad del sistema muy concretas, y por lo tanto también exigirá una gestión individualizada de la vida laboral.
