La decisión tomada por Hacienda en lo que concierne a la vertiente del régimen de devolución del IRPF, a partir de la reciente sentencia vinculante en relación con los pensionistas que habían cotizado en anteriores mutualidades, ha sido objeto de toda suerte de críticas. La Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) ha reclamado la vuelta atrás de este cambio y que se permitiera a los perjudicados la posibilidad de percibir su dinero de una vez, en lugar de su restitución en forma escalonada y en el término de cuatro años.
El contexto de esta polémica deriva de la normativa que Hacienda ya había introducido a partir del fallo del Tribunal Supremo, que reconoce el derecho de los pensionistas a reintegrarse parte del IRPF que habían pagado en exceso. Inicialmente, los afectados a los que se les había devuelto la totalidad de los últimos cuatro ejercicios no prescritos, podían haber solicitado la restitución a través de un formulario online. El nuevo sistema permite restituir los importes de esta manera escalonada, y que se extiende hasta el fin del periodo de restituirlo, año 2029.
Más de 1.700 millones de euros de restituciones a vista de la Hacienda
Más de 1.700 millones de euros que vendría a ser todo bajo la nueva regulación, la de que los pensionistas podrían restituir la de 2019 en la de la renta del 2024, la de 2020 en el 2025, etc., hasta finalizar con el periodo de restitución en la de 2029.
La AEDAF ha calificado esta acción como una «mala práctica administrativa» porque, cuando menos, perjudica gravemente a miles de contribuyentes, ya que no solo retrasa innecesariamente la restitución de unas cantidades ya reconocidas como indebidas, sino que genera inseguridad jurídica, y se afecta, además, el bienestar económico y emocional de los jubilados.
¿Qué esperan los expertos?
Los especialistas en materia tributaria argumentan que el anterior sistema, que llegaba a permitir que el mutualista pudiera recuperar la cantidad de que se tratara de una sola vez, era mucho más eficiente y mucho más racional. Y, en este sentido, apuntan que el nuevo sistema hace que los ciudadanos se sientan completamente indefensos, y que incluso se les pueda hacer sentir que sus derechos pasan a un segundo plano, en favor de los intereses de la administración tributaria.
Por otro lado, la AEDAF también ha hecho hincapié en el hecho de que el propio Gobierno ya exigió a los contribuyentes que cumplieran con celeridad con sus obligaciones fiscales y que, por lo tanto, no resulta moralmente aceptable que no hagan lo mismo en cuanto a la devolución del dinero que les corresponda a los mutualistas.
Por eso, la asociación ha instado al Ministerio de Hacienda a reconsiderar su postura y a volver al viejo sistema. «Los contribuyentes merecen soluciones eficientes, no parches temporales que empeoren su situación», concluyen.
Repercusiones y qué es lo que sucederá ahora
La coyuntura actual ha presentado cierta confusión y dudas, especialmente entre los jubilados que deberán esperar a que se les produzca la devolución que les corresponde. En relación a aquellas personas que ya han logrado recuperar la cantidad que les corresponde por el hecho de que han iniciado el proceso de las devoluciones, el cambio no tendrá efectos para ellos.
Ahora bien, la realidad es que los pensionistas que no hayan dado ningún tipo de instrucciones corren el riesgo de tener que enfrentarse a un sistema que ha ampliado las devoluciones hasta 2029. Los especialistas han coincido en que la solución de tal situación dependerá de cómo pueda dar respuesta el Gobierno acerca de las reivindicaciones planteadas por los mutualistas afectados. Mientras tanto, miles de jubilados seguirán esperando una solución que les permita que les devuelvan la cantidad que les pertenece, sin tener que sufrir mayores retrasos de los que ya habían soportado.
Concluida dicha escalada de tensión, Hacienda se ha visto envuelta de lleno en una polémica que afecta, por un lado, las arcas del Estado y, por el otro, la confianza que tienen los ciudadanos en el sistema impositivo del que ya se han visto perjudicados en primera persona. Una respuesta más rápida y ágil podría ser lo determinante para recuperar la confianza y eliminar la carga emocional y económica que ya lleva sobre sí el afectado.
