La pensiones no contributivas está pensada para aquellas personas que no pueden acceder a la modalidad contributiva. Por eso, funciona como si fuese una especie de prestación que protege a esas personas de caer en la pobreza extrema y la exclusión social.
El mínimo de años que se necesita haber cotizado para acceder a la pensión contributiva son 15 y por ello, quienes no lo consiguen, pueden acceder a la modalidad no contributiva. Sin embargo, además para ello hay que cumplir una serie de requisitos entre los que está no superar ciertos límites de ingresos anuales y vamos a ver cuáles son, además de otros requisitos.
Beneficios de las pensiones no contributivas
Las pensiones no contributivas son gestionada por el IMSERSO y no directamente por la Seguridad Social como la modalidad contributiva. Según las propias palabras del organismo en su página web oficial “el Estado a través de la Seguridad Social garantiza a las personas comprendidas en su campo de aplicación, por realizar una actividad profesional o por cumplir los requisitos exigidos en la modalidad no contributiva, la protección adecuada frente a las contingencias y en las situaciones que se contemplan en la Ley General de la Seguridad Social”.
Pero además y teniendo en cuenta que las cuantías de esta prestación son reducidas y que hay personas que necesitan ingresos extra por problemas de salud, el IMSERSO detalla también que el hecho de percibirlas “asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva”.
Además, está establecido que las pensiones no contributivas deberán revalorizarse en España hasta llegar al menos al 75% del umbral de pobreza para el año 2027, como una protección para quienes la cobran.
Requisitos para conseguirla
Vamos a ver antes de nada cuáles son los requisitos para acceder a las pensiones no contributivas. Son estos, según la página oficial del IMSERSO:
- Se debe tener la edad de 65 años o más.
- La persona solicitante debe residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de diez años, en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
- Es obligatorio carecer de ingresos suficientes: es decir, que las rentas o ingresos personales de que se disponga, en cómputo anual para 2024, sean inferiores al límite establecido.
Cuantía y límite para percibirla
El límite establecido para poder acceder a las pensiones no contributivas ha cambiado con la revalorización de estas prestaciones en 2025. El pasado año 2024 estaba fijado en 7.250,60 € anuales. Desde el IMSERSO aclaraban que “no obstante, si las rentas o ingresos personales son inferiores a 7.250,60 € anuales y se convive con familiares, únicamente se cumple el requisito cuando la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de su unidad económica de convivencia, sean inferiores a las cuantías que se recogen más adelante”.
Esta consigna sigue siendo la misma, pero para la nueva cuantía tras la subida de esta pensión en 2025, también aumenta el límite. Este se ha fijado en 7.905,80 euros anuales para 2025.
Una noticia que puede caer como agua de mayo para muchas personas que estuvieran rozando el límite y, ahora, gracias a este cambio pueden acceder a cobrar las pensiones no contributivas. Y es que por Ley y ante la inflación, deben subir las pensiones acorde con la subida del IPC cada año.
