Limpiar la campana es algo que se debe hacer para mantener la higiene en la cocina. Hay que tener en cuenta que estamos cocinando constantemente y que, el hecho de que la campana vaya acumulando grasa, hace que llegue un punto en que esta esté demasiado incrustada.
La grasa incrustada a la hora de limpiar la campana, es algo difícil de abordar. Además, hay maneras que pueden hacer que se estropee, como veremos a continuación. No obstante, vamos a desvelar un truco para limpiar la campana que suele ser infalible.
El peligro de limpiar la campana
Existe un peligro a la hora de limpiar la campana y es estropearla. Hay que tener en cuenta que en muchos casos si se insiste para acabar con esa grasa incrustada, se puede echar a perder la campana. Los estropajos demasiado fuertes, pueden rayar el acero inoxidable, que es el material del que suelen estar hechas las campanas.
Es por eso que limpiar la campana cuando es de acero inoxidable, no es tan sencillo si se quiere conservar bien. Pero hay trucos que pueden hacer que se consiga limpiar de forma más amable y con productos que eliminen la suciedad incrustada.
Estos remedios caseros son bastante sencillos y siempre están a mano en casa. Lo mejor es que se pueden aplicar con una esponja más suave a la hora de limpiar la campana y en sus recovecos, sin que ello signifique tener que llegar a rayar el acero inoxidable por la insistencia.
Jabón para platos
El jabón para platos puede ser un buen aliado a la hora de limpiar la campana. Hay que tener en cuenta que este producto está diseñado especialmente para deshacerse de la grasa acumulada en la vajilla.
Eso sí, el jabón para platos puede servir cuando la grasa aún no está demasiado incrustada. De este modo y para limpiezas diarias, es perfecto si se añade un poco a un paño suave y húmedo.
Lo que si hay que tener en cuenta es que habrá que aclarar los restos de jabón después. El hecho de que se queden esos restos de jabón que hacen sombra y opacan el brillo de la campana, es desagradable a la vista y puede ir además dejando más restos, ahora de jabón, sobre la campana.
Agua y limón
Algo que pueda parecer que no es muy efectivo para limpiar la campana, el limón puede ser tu gran aliado. El limón tiene un gran poder limpiador y quitagrasas. Muchos productos de limpieza para la cocina y quitagrasas avanzados llevan en su composición limón.
Se puede usar en forma de aceite esencial, echando unas gotas sobre el paño mojado que se vaya a usar. De este modo, el limón está mucho más concentrado. De todos modos, también es eficiente si se hace una mezcla de agua con limón simplemente para limpiar la campana.
Se trata de hervir agua en una olla. Una vez que el agua esté hervida y se haya quedado templada, añadir el zumo de medio limón o de uno completo dependiendo de lo que se quiera conseguir. Después se debe sumergir el paño con el que se vaya a limpiar la campana en la mezcla y, ponerse manos a la obra.
El remedio infalible: Vinagre y bicarbonato
No obstante, el que es un remedio infalible sin duda para limpiar la campana es la mezcla de vinagre y bicarbonato. Esta mezcla es capaz de deshacer la suciedad más incrustada y se forma una pasta efervescente para ello.
Solo hay que rociar con vinagre las partes que están más sucias, para después espolvorear bicarbonato y esperar a que se produzca el efecto efervescente. Una vez que empieza a burbujear, limpiar la campana con un trapo suave será fácil porque la mezcla se lleva la suciedad sin tener que insistir.
