La Dirección General de Tráfico (DGT) está considerando una propuesta ley que va a transformar las reglas del tráfico en España. El plan que desea llevar a la práctica quiere limitar la conducción nocturna en un grupo de conductores noveles, un colectivo con un alto porcentaje de accidentes, aquel que ocurre en horarios de escasa visibilidad. Un cambio que, aunque consideramos en fase de evaluación, revaluará casi la totalidad de situaciones que los conductores noveles experimentan al volante.
La DGT y la conducción nocturna
La hoja de los datos nos lo explica: un 30% de los accidentes de tráfico son fatales, y tienen lugar entre la medianoche y las 6. En esas franjas de horario la mala mezcla entre una escasa visibilidad, la acumulación del cansancio y, en ocasiones, el uso de drogas mediante el alcohol hace que el riesgo crezca visiblemente. A las y los noveles, el peligro se les multiplica como consecuencia de lo reducido de la experiencia de los noveles tomando experiencias en condiciones adversas. La DGT constata que los noveles poseen un 20% más posibilidad de ver como objeto de percance la conducción nocturna con un grupo de conductores con veteranía.
Esta cruda realidad ha conducido a la DGT a ahondar en otras tácticas para rescatar a ese colectivo. La restricción de horarios, ya practicada en otros países; la restricción horaria se querría llevar a cabo para procurar la disminución de la siniestralidad y controlar representar la curva del entrenamiento al volante de los conductores bastante jóvenes.
La DGT estudia restricciones como en otros países
La idea de limitar la conducción nocturna no es algo que únicamente lo orienten los responsables españoles. En países como Nueva Zelanda, Canadá o Estados Unidos han revivido la idea de las proposiciones de licencias sin limitaciones horarias en los conductores novatos con el fin de reducir los siniestros en los conductores jóvenes. Modelos que han mostrado resultados positivos en Nueva Zelanda, por ejemplo, en el 2009 donde los siniestros de los automovilistas jóvenes se habían reducido un 23% tras la puesta en práctica de tal idea.
La propuesta que se está barajando en la DGT sería poder transformar y dar estipulaciones de ese tipo a los automovilistas que han obtenido su carné de conducir en los últimos años. Los pormenores de esta proposición aún quedan por definir, pero es posible que sea un modelo exclusivo para un tiempo determinado, reflexionando primero sobre su efecto a medida que se desarrolla.
No obstante, no toda la gente piensa igual. Algunas asociaciones de automovilista manifiestan que estas limitaciones pueden llegar a ser muy injustas. Ellos optan por una formación más integral que empodere a los nuevos automovilistas en cualquier circunstancia desde el principio.
Prohibición o enseñanza
La conducción nocturna es complicada hasta para los más experimentados, pero ¿la prohibición es el último recurso? Tal como argumentan los defensores de esta regla, restringir a los novatos de la conducción les eximirá de infiltrarse en riesgos innecesarios conforme la enseñanza vaya produciéndose. Para ellos es garantizar vidas y no castigar a los inexpertos. Los opositores, en la contrario, ponen de manifiesto la carga al uso diario podría tener dicha restricción.
Muchos de los jóvenes conducen por razones laborales o académicas cuando se hace de noche. Sin una alternativa que sea un transporte público de calidad con horarios nocturnos, la gestión de este asunto puede generar más problemas que soluciones. En caso de que la DGT adopte finalmente esta opción, ésta la tendrá que respaldar con campañas informativas que expliquen los peligros del uso del coche por la noche. De este modo no se producirá un escarmiento hacia quienes son conductores noveles, el uso de esta práctica haría que España fuese otro país con restricciones similares.
La controversia está servida, ¿se priorizará la seguridad o la libertad de conducción? De momento la DGT se encuentra analizando todas las posibilidades y variables que permitan verificar si se da algún paso hacia adelante. Lo que está muy claro es que, de llevarse a cabo, dicha restricción permitiría salvar vidas, por lo menos la de quienes están iniciando el proceso de aprendizaje de la conducción.