La jubilación anticipada es una vía de escape para aquellas personas que no quieren jubilarse después de lo que tenían previsto. Con la reforma de las pensiones, las edades de jubilación se han retrasado, así como han aumentado los años de cotización necesarios para poder jubilarse a la edad de 65 años. Por este motivo, hay personas que se plantean la jubilación anticipada, pero en este terreno también hay cosas que van a cambiar.
La jubilación anticipada
La jubilación anticipada lleva consigo coeficientes reductores, tanto en el caso de la voluntaria como de la forzosa. Pero, además, se está penalizando más aún debido a la reforma de pensiones, mientras que se está premiando a las personas que deciden seguir trabajando.
El envejecimiento de la población está haciendo mella en nuestra sociedad, desequilibrando la balanza de las pensiones hasta tal punto que el Gobierno está viendo muy difícil el hecho de financiar esa partida. Este año se han alcanzado cifras récord en el gasto de las pensiones, lo que está haciendo saltar las alarmas.
Las medidas que equilibran la crisis de las pensiones
Para equilibrar este problema demográfico, que no parece mejorar por el contexto económico social en el que vivimos, se ha retrasado la edad de jubilación para las personas que no hayan cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social. Por ello, para estas personas ya no es posible jubilarse a los 65 años.
Pero, además, se están tomando otras medidas como la de retener más cotizaciones en las nóminas de los/as trabajadores/as o los fondos de pensiones públicos. Medidas que pretenden paliar por todos los medios que caiga el sistema de pensiones tal y como lo conocemos hoy en día.
Cambios en la edad de jubilación anticipada
Por ello, la edad de jubilación en España seguirá retrasándose para aquellas personas que no hayan cotizado alrededor de unos 38 años, a los que van añadiéndose unos meses cada año. Esto hará que en 2027 la edad de jubilación sea de 67 años para las personas que no hayan cotizado al menos 38 años y seis meses.
Ante esto, la posibilidad de la jubilación anticipada se hace llamativa para algunas personas. Sin embargo, la jubilación anticipada también se irá regulando y se retrasará la edad a la que se puede acceder a ella.
Así, la edad para acceder a la jubilación anticipada voluntaria se ha retrasado hasta los 64 años y seis meses para quienes hayan cotizado al menos 38 años y tres meses en 2025. Hasta ahora, esta edad de acceso a la jubilación anticipada voluntaria era de 63 años, un cambio que se ha notado sin duda.
Si hablamos de la jubilación anticipada forzosa, es decir, aquella en la que es la empresa la que decide cuándo se jubila una persona y que suele ser por motivos de fuerza mayor como reestructuración de personal o pérdidas económicas, se ha retrasado hasta los 62 años y ocho meses. El año pasado (2024) esta edad era de 61 años, es decir, de 48 meses antes de la edad ordinaria de jubilación.
Las penalizaciones por la jubilación anticipada
Si hablamos de las penalizaciones económicas que verán en sus cuentas bancarias quienes se acojan a la jubilación anticipada, estas dependerán de los años cotizados que haya acumulado cada una de las personas.
En el caso de quienes han cotizado al menos durante 44 años y seis meses, los coeficientes reductores son de un mínimo del 2,81%. Sin embargo, en los casos de quienes tienen una cotización inferior a 38 años y seis meses, las penalizaciones económicas son de hasta el 21%. Una forma de regular las cotizaciones que se hace imprescindible en un contexto en el que lo más importante es salvaguardar el sistema de pensiones.
