La aerolínea irlandesa de bajo costo, Ryanair, está siguiendo una estrategia que deriva en el abandono de sus servicios en aeropuertos de poca dimensión o que no acumulan tantos viajeros. Una medida, que la empresa fundada hace ya más de 40 años, ha tomado por motivos económicos y de rentabilidad. España es uno de los países afectados y algunas de las ciudades de nuestro territorio se han quedado sin la opción de disponer de una de las aerolíneas que más pasajeros acumula en todo el mundo.
Sus tarifas son de las más baratas en el mercado, ideales para aquellos que se quieran ahorrar un pellizco; sin embargo, esta ausencia ha dejado un vacío que poco a poco se va llenando en los territorios españoles. El lugar que Ryanair está dejando en varios aeropuertos españoles está siendo aprovechado por otras aerolíneas ‘low-cost’ como Volotea o sobre todo, Vueling. La empresa española está consiguiendo recuperar las rutas aéreas y las conexiones recientemente perdidas.
Regresa el trayecto Valladolid – Barcelona
Vueling anunció hace apenas unos días que la ruta Valladolid – Barcelona volvía a estar disponible, después de que Ryanair abandonase esa conexión en el aeropuerto pucelano hace ya un año. Muy buenas noticias para los habitantes de esta provincia castellanoleonesa, no obstante, la empresa irlandesa abandonó otros puntos de España que aún siguen sin reemplazo.
Ryanair se escudó en que los cánones exigidos por AENA eran demasiado elevados y no salía rentable. Ahora las Comunidades Autónomas y el Gobierno tratan de buscar una solución puesto que muchos de estos territorios no se pueden unir por tren. El del aeropuerto de Valladolid es el primer paso para recuperar rutas que se antojan muy necesarias. La cara negativa son el resto de trayectos abandonados en Asturias, Zaragoza, Vigo, Santander y Santiago de Compostela. Un proceso que se prevé lento y que necesitará la apuesta firme de las ‘low-cost’ como Vueling o Volotea.
La aerolínea irlandesa tiene clara su estrategia y no parece dispuesta a cambiarla. El objetivo marcado es conectar grandes ciudades, ofrecer precios lo más bajos posible y sostener la decisión de cobrar por el transporte del equipaje de mano en la cabina de pasajeros.
Dejar de lado a los aeropuertos pequeños
Ryanair decidió hace unos meses abandonar los aeropuertos menos importantes de cada país y centrarse en los de mayor magnitud. Una decisión que no ha sentado especialmente bien y ha sido objeto de importantes críticas. Por su parte la aerolínea no está especialmente preocupada por las críticas de los distintos gobiernos a sus estrategias de negocios. Por ejemplo, Michael O’Leary, CEO de Ryanair, tildó de «loco comunista» a Pablo Bustinduy, titular del área de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Este había criticado la forma de operar de la aerolínea con respecto al equipaje de mano.
Con un historial combativo y sin remordimientos, no se espera que la empresa vaya a recular en su decisión sobre estos aeropuertos. El ministro de transporte de España, Óscar Puente, ha llegado a afirmar que: «Las concesiones exigidaspor la empresa irlandesa para mantenerse en estos espacios eran inaceptables«. Llegando a calificarlo como un «chantaje».
Vueling e IAG vuelven a operar
Ni Vueling ni IAG (matriz de Vueling) ni Volotea han tomado una decisión definitiva. Cuando Ryanair se retiró de estos aeropuertos, anunciaron que tenían que revisar las condiciones antes de retomar la actividad y volver a operar estos vuelos. Pero ahora han llegado las buenas noticias con la recuperación del espacio en Valladolid por parte de Vueling. Esto puede desencadenar una serie de movimientos futuros en esta dirección.
Por su parte Volotea ha manifestado en más de una ocasión que pondrá como prioridad las conexiones entre ciudades pequeñas. Un esfuerzo importante que tendrá que ser progresivo.