Con el paso del tiempo, notarás como tu móvil comienza a responder de forma más tardía e ineficaz, dando una respuesta mucho más lenta a las acciones que quieres realizar dentro del dispositivo. Pues bien, esto no es casualidad y no solo se explica por un desgaste en el terminal, sino que tiene su explicación técnica: la obsolescencia programada.
La obsolescencia programada es una estrategia de las marcas que se basa en limitar adrede la vida útil de un producto para que comience a fallar o deje de funcionar después de un determinado tiempo. Así lo que consiguen es que ese dispositivo quede obsoleto, forzándote a comprar uno nuevo. Es una fórmula para potenciar el ciclo de consumo y las ventas del fabricante.
Esta es una de las grandes causas de que nuestro teléfono funcione despacio, no obstante, hacer un «mal» uso de él o tener «malas praxis» también es trascendental en la salud del dispositivo. Afortunadamente existen recomendaciones para conseguir que tu móvil lento funcione mejor sin formateo ni aplicaciones.
Acotar las aplicaciones descargadas
Uno de los principales motivos por el que tu teléfono puede funcionar de forma incorrecta es tener demasiadas aplicaciones descargadas. El mercado ofrece un sinfín de apps (muchas de ellas muy interesantes) sin embargo, hay que ser conscientes de cuáles utilizamos y son útiles en nuestro día a día y cuáles son aquellas que no utilizamos. Es fundamental borrar esas aplicaciones en desuso que ocupan espacio, recursos y batería, y por lo tanto van «agotando» progresivamente al dispositivo móvil.
Las que más ralentizan al teléfono son, curiosamente, aquellas que permiten «eliminar contenido innecesario». Con la premisa de acelerar el móvil, estas apps realmente ocupan un espacio considerable, gastan más batería y están plagadas de publicidad.
Así podrás mejorar la rapidez del teléfono
La razón troncal por la que tu móvil no va tan rápido como debería se fundamenta en la acumulación de archivos, aplicaciones y procesos que saturan el sistema. Para poder mejorar la situación y paliar el problema existen varias opciones.
La primera es realizar una limpieza básica desde el principio: reiniciar el terminal, posteriormente cerrar las aplicaciones que no usas y después desinstalar aquellas que no necesitas. De esta forma habrás liberado memoria y quitarás una carga innecesaria al sistema.
Otro motivo que provoca que el teléfono funcione lento es el almacenamiento lleno. Cuando el espacio disponible está prácticamente al límite, el sistema operativo se vuelve más plomizo. Por lo tanto, es recomendable borrar caché, eliminar fotos o vídeos que no necesites y trasladar archivos importantes y pesados a la nube o a una tarjeta SD si fuera posible. En resumen, el quid de la cuestión reside en borrar todo el contenido sobrante y que no hacemos uso de él, independientemente de que sean archivos o apps. Daremos un paso de gigante para recuperar agilidad en el móvil.
La importancia de las actualizaciones para tu móvil
Son otro aspecto esencial para recuperar eficacia en el terminal. Mantener actualizado el sistema operativo y las aplicaciones ayudan a un mejor rendimiento y, también, a una mayor seguridad. A su vez, es aconsejable estar atento a las apps que se inician automáticamente en segundo plano para desactivarlas y evitar que estén en funcionamiento. Pese a que no te estés dando cuenta, están ralentizando tu dispositivo.
Si tu móvil no mejora después todos los trucos y prácticas comentadas anteriormente, existe una alternativa más drástica pero que puede ser muy efectiva: restablecerlo a los ajustes de fábrica. El teléfono volverá a estar como nuevo, sin errores ni archivos innecesarios. Eso sí, es totalmente imprescindible que antes de hacerlo, realices una copia de seguridad con todos tu datos para no perderlos.