El barullo y el tumulto de gente en verano, deja paso a una temporada otoñal en la que hacer turismo es mucho más agradable, según un experimentado guía turístico. El experto en viajes, que lleva más 20 años de experiencia en este sector, ha desvelado cuál es el pueblo perfecto para hacer una escapada en este otoño. Un rincón de la costa española que te encandilará gracias a su playa enorme y su marisco bien barato.
Una villa marinera, la cuál podrás disfrutar sin la masificación de julio y agosto y con la tranquilidad necesaria para apreciar su belleza natural. Un viaje fuera de temporada que se convierte en una oportunidad única para deleitarte con uno de los enclaves con más magia de nuestro país.
Malpica, en la Costa da Morte
Jorge Formento, el guía turístico, no se lo piensa dos veces y revela que el mes de octubre es su preferido para visitar este increíble entorno de la Costa da Morte. En sus propias palabras: «El verdadero encanto de la costa gallega emerge cuando el bullicio del verano desaparece«. A partir de otoño este paraje se colma de una tranquilidad y una serenidad que atrapa a los visitantes.
La esencia de Malpica (La Coruña) en otoño es, precisamente, su vuelta a los orígenes; un pueblo pesquero rodeado de un paisaje de ensueño en el que puedes sentir como los barcos son el corazón de la localidad. La cercanía de sus gentes te permitirá charlar con los marineros para así entender un poco más la mística de este lugar.
Una playa inmensa solo para ti
Una de las grandes joyas de Malpica es su belleza natural, principalmente por su extraordinaria playa de Razo, a escasos minutos del pueblo. El guía turístico no escatima en elogios hacia una localización de siete kilómetros de arena bañada por un mar fiero. «Caminar por la orilla con la única compañía del rumor del Atlántico es un lujo impagable de este paraje», declara Jorge Formento.
Cuando las temperaturas empiezan a bajar, la playa se empieza a despejar; por lo que la tendrás prácticamente para ti solo. Además, no solo encontrarás la zona de la arena, justo detrás está el espacio natural de Razo-Baldaio, una agrupación de dunas, marismas y una laguna que es un paraíso para los amantes de las aves. Allí, la naturaleza se presenta en su forma más salvaje y pura y la conexión con el entorno llega a ser absoluta. Una escapada costera que te llenará de energía.
El marisco, casi a mitad de precio
Este municipio tiene más aspectos atractivos para los visitantes. La continua simbiosis con el mar Cantábrico hace que Malpica ofrezca un marisco de alta calidad… y más barato de lo habitual. «El marisco sabe mejor y cuesta casi la mitad cuando no hay que servir a miles de turistas», desvela el guía.
Lubinas salvajes, percebes, navajas… y más habitantes del mar llegarán directos a tu plato desde la lonja. Un producto más fresco imposible y casi a mitad de precio de lo que te costaría en otros puntos de España.
Calles con encanto
Malpica no es solo arena y playa, si nos adentramos en el pueblo podrás perderte en las callejuelas y cuestas que te llevan hasta el mar. Su casco antiguo te hará teletransportarte a una época sin modernidades en la que la pesca era el eje de todo. Además, desde cualquier punto elevado de la zona, podrás vislumbrar unas vistas sensacionales. En el horizonte, las Islas Sisargas, un refugio de aves marinas que da forma a una de las estampas más icónicas de todo Galicia, según el guía turístico.
Por último, si te gustan las rutas y practicar senderismo, desde este rincón de la costa gallega podrás realizar el Camiño dos Faros. Una ruta bordeando los acantilados de la costa que te dejará totalmente sin palabras. Solo podrás admirar impresionado las vistas del Atlántico.
