Seguro que más de una vez has ido conduciendo tu coche o moto y te has encontrado con un autobús detenido realizando su parada. En ese instante, te habrá surgido la duda de si estás obligado a cederle el paso cuando ya termina de recoger a los pasajeros y se dispone a salir de su parada señalizada. ¿Hay que detenerse y dejar que se incorpore o los turismos tienen la prioridad de seguir circulando y es el autobús el que tiene que esperar?
Pues bien, la DGT ha resuelto esta pregunta y con la normativa de tráfico de España en la mano, esto es lo que debes hacer si te encuentras en esa situación. La Dirección General de Tráfico da una respuesta que no es tan simple como parece y puede llegarte a sorprender.
La precaución es vital en cualquier incorporación
El Reglamento General de Circulación establece que: «cualquier vehículo que se incorpora a la vía, ya sea desde un estacionamiento, un camino privado o una parada, debe hacerlo asegurándose de que no genera peligro y cediendo el paso al tráfico que ya circula«. Un reglamento que también incumbe a los autobuses, los cuales no pueden irrumpir en la calzada sin mirar ni señalizar y por supuesto no pueden forzar al resto de usuarios a frenar de forma brusca.
Hay un matiz que implica obligatoriedad
A pesar de que el autobús no tiene derecho a salir de cualquier manera de su parada y no tiene porque ir por delante de otros vehículos, la ley matiza un aspecto importante: el resto de conductores también tienen un deber vial. El artículo 73 decreta que se debe facilitar la maniobra, sobre todo cuando se trate de un autobús urbano que sale de una parada señalizada. Para ello deberás reducir la velocidad, desplazarte lateralmente a otro carril si tienes opción e incluso detenerte si así se necesitase.
«Los demás conductores facilitarán, en la medida de lo posible, dicha maniobra, especialmente si se trata de un vehículo de transporte colectivo de viajeros que pretende incorporarse a la circulación desde una parada señalizada», estipula el citado artículo del Reglamento General de Circulación. Dicho de otra manera, pese a que el autobús debe señalizar su intención de salir y tener precaución en la maniobra, el resto de conductores de coches u otros vehículos tienen la obligación por ley de ayudar a que este pueda reanudar la marcha. No hacerlo puede tener como consecuencia una infracción.
El caso de la ciudad
Dentro de una población urbana esta obligación es aún más importante. El reglamento señala que los conductores han de colaborar para que los autobuses de transporte colectivo puedan salir de las paradas con fluidez. La normativa expone lo siguiente: «En los poblados, con el fin de facilitar la circulación de los vehículos de transporte colectivo de viajeros, los conductores de los demás vehículos deberán desplazarse lateralmente, siempre que fuera posible, o reducir su velocidad, llegando a detenerse, si fuera preciso».
Esta obligación principalmente tiene un motivo práctico: asegurar que el transporte público no se retrase de manera innecesaria.
Puedes incurrir en una infracción y su correspondiente multa
¿Qué pasa si no cedemos el paso a un autobús y las autoridades lo notifican? Estaríamos cometiendo una infracción que se considera falta grave y conlleva una multa económica de 200 euros y la retirada de hasta 4 puntos del carnet de conducir. Palabras mayores. Por lo tanto, para evitar este tipo de problemas y sanciones, cede el paso a los autobuses y ponle fácil la incorporación. Si es necesario levantar el pie del acelerador, frenar o incluso parar, hazlo. Así lo dice la normativa.
