Los españoles cada vez estamos más empobrecidos. Ese es el análisis de uno de los principales expertos en economía de nuestro país, Gonzalo Bernardos. Con el debate sobre el salario mínimo revoloteando de nuevo debido a la pérdida del poder adquisitivo y el fuerte encarecimiento de los productos básicos, el economista ha declarado que el motivo de la pobreza de las familias no es solo provocado por la incesante inflación en España.
Bernardos cree que lo que hace cada día más pobre a los españoles no son los salarios sino el creciente coste de la cesta de la compra. Un problema que afecta a millones de hogares.
No basta con solo aumentar los sueldos
La reflexión de Gonzalo Bernardos se centra en que, pese a que se suban los salarios de los españoles en relación a la situación de inflación que vivimos, no será suficiente para mantener nuestro poder adquisitivo.
“El salario mínimo se ha de subir con base en la inflación que ha subido en el año anterior. Siempre sería muy conveniente que se subiera algo más», comienza planteando el economista. Y posteriormente añade: «Si los precios suben, los sueldos más bajos deben hacerlo en la misma proporción, para que quienes dependen del salario mínimo interprofesional no pierdan poder adquisitivo».
El golpe viene al hacer la compra
Bernardos subraya en que el principal revés ocurre cuando vamos a comprar a los supermercados. «Lo que realmente está fastidiando a las familias es la cesta de la compra. Es ir al supermercado y darte cuenta de que todo el mundo que va salimos con la misma impresión: qué caro es todo«, destaca. Un encarecimiento de los alimentos y de los productos de primera necesidad que afecta prácticamente a todo el conjunto de la población de nuestro país.
Los datos refuerzan esta idea. Entre enero de 2022 y julio de 2025, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas se han disparado un 29%. Y por el contrario, los sueldos apenas han crecido un 12,7% en ese mismo periodo. Las cuentas de los españoles no salen.
Una diferencia más que notable, que Bernardos define como «una pérdida de poder adquisitivo importantísima». A día de hoy llenar la nevera es casi un tercio más caro que hace tres años, mientras que los ingresos apenas han aumentado una décima parte de esa cifra.
La alimentación supone una parte importante del gasto de los españoles
Según explica Bernardos, «los alimentos y bebidas no alcohólicas representan el 18,5% del gasto de las familias». Es decir, supone casi una quinta parte del total del presupuesto doméstico. Por eso, cualquier variación en los precios de estos productos tiene un efecto directo e inmediato sobre la economía de los hogares.
El experto añade: «Esto significa que de 2022 hasta julio de 2025 hay una pérdida de poder adquisitivo de 2,4 puntos. Esto significa comerse lo que en los buenos años ganan los trabajadores después de 4 años». O dicho de otra manera: todo el esfuerzo hecho en el pasado, se ha ido al traste en menos de tres años por el aumento de los precios de los productos más básicos.
A pesar de que la inflación general va dando signos de moderación en los últimos meses, los españoles siguen notando como los precios de la mayoría de los alimentos no aminoran. «Ahí tenemos un problema bárbaro y no responde tanto a la inflación ahora, sino que los precios subieron mucho en 2022 y 2023 y en la mayor parte de los productos nunca bajaron«, puntúa Gonzalo Bernardos.
Una problemática de la que por el momento no se ve luz al final del túnel. No importa que el salario mínimo suba, que si la cesta de productos básicos sigue encareciéndose constantemente por encima de los propios ingresos, el empobrecimiento y la sensación de escasez económica no mengua.
