Es ciertamente habitual olvidar ciertas cosas. La memoria humana no siempre responde a la perfección y por eso los lapsus son comunes en nuestro día a día. A pesar de que recurrimos a técnicas o fórmulas para recordar una información importante o una acción que tenemos que realizar, nuestro cerebro no es una máquina perfecta y a veces falla.
Seguro que en más de una ocasión te ha pasado que has salido de tu casa por la mañana y tu mente ha borrado por completo el recuerdo de dónde aparcaste el coche la noche anterior. Pues bien, este suceso se puede explicar a través de la ciencia y puede estar estrechamente relacionado con tu forma de ser.
Una investigación para dar respuesta estos momentos de amnesia
Varios psicólogos de la Universidad de York en Reino Unido han realizado una investigación para esclarecer cómo se producen estos momentos de amnesia. En el estudio participaron más de 400 personas de entre 18 y 35 años.
Aidan Horner, del Departamento de Psicología de la Universidad de York reveló el objetivo de esta investigación y los resultados que sacaron de ella: «Nuestro estudio se propuso descubrir qué tipo de información se pierde cuando ocurre el olvido y demostramos que el olvido implica pérdidas en la accesibilidad de la memoria sin cambios en la precisión de la misma».
Dicho de otra forma, el hecho de olvidar no es del todo negativo y es que puede tener algunos beneficios para procesos como la toma de decisiones. Nuestro cerebro necesita descartar información innecesaria o que nos distraiga para poder así priorizar la información básica que ayuda a guiar la toma de decisiones.
En cuanto al procedimiento de la investigación, los encargados pidieron a los participantes que se aprendieran la ubicación de las palabras en un círculo. Después se les mostró la palabra y se les pidió que la marcaran en su ubicación concreta en el círculo, una relación parecida al hecho de caminar hasta donde crees que aparcaste el coche.
La relación entre tiempo y olvido
Si bien es cierto que la relación entre el olvido y la memoria es patente, olvidar algo no significa borrarlo para siempre de tu memoria. El psicólogo Hermann Ebbinghaus estudió cómo influye el factor del tiempo en nuestra memoria y publicó una teoría llamada la «curva del olvido». Esta representación demostró que la mayor parte de la información se olvida poco tiempo después de ser aprendida. No obstante, aunque pueda parecer chocante, la velocidad a la que se olvida la información se ralentiza a medida que transcurren los días y las semanas.
Las principales teorías que explican el olvido
La investigadora de la memoria, Elisabeth Loftus, reconoce cuatro grandes teorías que nos ayudan a entender qué nos ocurre cuando olvidamos algo:
- La teoría de la interferencia: Nuestra memoria cuenta con recuerdos similares entre sí, haciendo que se puedan sustituir rápidamente unos por otros. Si olvidas donde aparcaste tu coche hoy seguramente es porque interfiere el recuerdo de dónde lo aparcaste ayer. «Cuanto más similares sean dos o más eventos, mayor será la probabilidad de que se produzca la interferencia», explican los psicólogos.
- La teoría del decaimiento: Los cambios físicos y químicos en el cerebro pueden afectar al estado de nuestros recuerdos.
- Teoría del fallo en la recuperación: La memoria a largo plazo siempre está ahí, sin embargo no siempre se muestra accesible en un momento concreto. Debido a esto, a veces no conseguimos recordar detalles específicos de algo pero sí recordamos el suceso en general.
- El olvido dependiente de señales: Por último, otros científicos han expuesto que a veces la información está realmente presente en la memoria, pero que no se puede recordar a menos que existan señales de recuperación.