La Grada
  • Economía
  • Motor
  • Sociedad
  • La Grada
  • US
La Grada

Confirmado por la ciencia: las hojas amarillas o marrones no siempre significan falta de agua y esto es lo que debes saber

por Ángel de la Fuente
27 de octubre de 2025
en Sociedad
Las hojas amarillas o marrones no siempre significan falta de agua

Las hojas amarillas o marrones no siempre significan falta de agua

Confirmado: la calle donde mejor se come de toda Europa está en España… y su historia te va a sorprender

Es oficial: Barcelona permitirá la apertura de sus centros comerciales los domingos a partir de esta fecha

Nuevo viral de Mercadona: el último producto que está volando de las estanterías es este snack para perros

Seguro que en más de una ocasión has visto como las hojas de tus plantas comienzan a cambiar de color perdiendo su tono habitual. Poco a poco se van tornando en amarillas o adquieren manchas marrones, y ahí empieza la preocupación por la salud de tu planta. A pesar de que invite al pesimismo, este cambio en las hojas no tiene porque significar que la planta esté llegando a su fin. 

Álvaro Pedrera, experto en flora, aclara y explica las causas más habituales de este fenómeno y alerta sobre algunos errores comúnes que lo empeoran.

El exceso de agua es la principal causa

Pedrera manifiesta que cuando las hojas comienzan a amarillear o ponerse marrones en las puntas es una señal evidente de que algo no va como debería. «Si riegas una vez por semana ‘porque sí’, estás cometiendo uno de los errores más frecuentes», explica el experto. En la mayoría de casos, es el exceso de agua lo que hace que las raíces se pudran. De esta forma la capacidad de la planta para absorber nutrientes queda muy reducida y se inician los primeros síntomas de clorosis (debido a la falta de clorofila).

Álvaro Pedrera también deja claro que las plantas no se deben cuidar con horarios estrictos y explica: «La frecuencia del riego depende de la especie, del tipo de maceta, del sustrato y de la estación del año». Y proporciona un consejo: introduce el dedo varios centímetros en la tierra, si sigue aún húmeda no es momento aún de volver a regar. Además, lanza otra recomendación para tratar de recuperar plantas afectadas. Su sugerencia es: extraer la planta de la maceta, dejar que se airee, recortar raíces dañadas y trasplantarla a un sustrato nuevo, regando con menos frecuencia hasta que se afiance.

El fenómeno de la clorosis en las hojas

El motivo más frecuente detrás del amarillamiento de las hojas es la clorosis. Este fenómeno ocurre cuando la planta tiene déficit de clorofila y por lo tanto pierde su tono verde característico. Este problema puede surgir por varias razones: falta de nutrientes esenciales como hierro, magnesio o manganeso, por suelos con un pH demasiado elevado lo que impide su absorción, o por raíces dañadas que no funcionan correctamente.

También se ha demostrado que la interacción entre nutrientes tiene una gran importancia. La clorosis puede aparecer incluso si la planta tiene hierro suficiente debido a un desequilibrio con otros nutrientes como el fósforo. Es decir, por mucho que aumentes el hierro, si no corriges otros excesos, persistirá el problema.

Si la clorosis continúa, el amarillamiento en las hojas puede llegar a quemaduras: bordes secos. hojas que se marchitan o zonas marrones.

Claves a la hora de comprar plantas

A la hora de comprar una planta no simplemente debemos quedarnos con la que tenga las hojas más bonitas. Debes tener en cuenta ciertas señales fundamentales que indican si una planta es idónea y está preparada para sobrevivir en tu hogar.

José González, experto en jardinería, indica qué es lo que debemos observar antes de llevarnos un ejemplar. Para el especialista, lo primero es que la planta cuente con un aspecto armónico y equilibrado. «Que no tenga ni ramas sueltas ni rotas, debe presentar un aspecto armonioso», señala. Tampoco recomienda comprar plantas que sean muy grandes y estén en una maceta pequeña. Las raíces están comprimidas y eso es algo a evitar.

Como hemos comentado anteriormente, una planta con hojas amarillentas, tallos torcidos o manchas suele ser señal de estrés, mala nutrición o daño previo. José González recomienda encarecidamente revisar muy bien la hojas para detectar a tiempo posibles plagas. Finalmente, su último consejo es comprobar el estado del sustrato.

  • Aviso Legal
  • Política de Privacidad y Cookies

© 2025 - La Grada

No hay resultados
Todos los resultados
  • Economía
  • Motor
  • Sociedad
  • La Grada
  • US

© 2025 - La Grada