La DGT ha anunciado que algunos conductores tendrán que someter a sus vehículos a una ITV dos veces al año. Esta nueva normativa es un cambio relevante en las políticas de revisión de vehículos, que busca garantizar una mayor seguridad vial y reducir la posibilidad de accidentes causados por el mal estado de los automóviles.
Hasta ahora, la ITV se ha regido por un calendario bastante claro: los coches nuevos están exentos durante los primeros cuatro años de su vida útil, luego deben pasarla cada dos años hasta cumplir una década. A partir de los diez años, la revisión se realiza anualmente. Sin embargo, este nuevo reglamento establece un control más exhaustivo para un grupo específico de vehículos, que deberán someterse a inspecciones semestrales.
Vehículos que tendrán que pasar dos ITV
La nueva norma afecta principalmente a los vehículos ligeros destinados al transporte de mercancías, cuyo peso máximo autorizado sea de hasta 3.500 kilos. Estos vehículos, a menudo usados para labores comerciales o de transporte de productos, tendrán que pasar por dos ITV al año. El cambio busca asegurar que estos vehículos, que suelen recorrer largas distancias y están sometidos a un mayor desgaste, se mantengan en las mejores condiciones posibles para circular.
Esta decisión responde a la preocupación por el envejecimiento del parque automovilístico en España y la necesidad de un control más estricto en vehículos que tienen un uso intensivo. Los vehículos comerciales suelen estar más expuestos a problemas mecánicos debido a su uso frecuente, por lo que una doble revisión anual podría ser clave para evitar incidentes en las carreteras.
Excepciones y novedades
Curiosamente, mientras que se endurecen los requisitos para algunos vehículos, otros han quedado exentos de la ITV. Los vehículos históricos, por ejemplo, ya no tendrán que someterse a esta inspección. Esta categoría abarca a coches clásicos y aquellos que, por su antigüedad, han sido restaurados o conservados como piezas de colección. Este cambio puede parecer contradictorio, pero se justifica en que, generalmente, los vehículos históricos son conducidos con poca frecuencia y suelen estar en óptimas condiciones gracias al esmero de sus propietarios. Además, se consideran vehículos de valor patrimonial, lo que les otorga un trato especial dentro de la normativa vigente.
Para cumplir con esta nueva exigencia de la DGT, los propietarios de los vehículos afectados deberán prestar especial atención a la documentación requerida para pasar la ITV. Entre los papeles indispensables se incluyen el permiso de circulación, la ficha técnica o tarjeta ITV, la acreditación del seguro obligatorio del vehículo y el Documento Nacional de Identidad (DNI) del conductor. Es fundamental que toda esta documentación esté en regla para evitar sanciones o problemas durante la revisión. La DGT ha insistido en la importancia de estar al día con estas inspecciones, no solo para cumplir con la normativa, sino para garantizar la seguridad en las vías públicas.
Aunque esta nueva medida tiene un claro objetivo en términos de seguridad, ha generado algunas reacciones entre los propietarios de vehículos comerciales. Para muchos, el incremento en la frecuencia de las inspecciones supone una carga económica adicional, ya que deberán pagar dos veces al año por la ITV. Además, también implica una mayor organización y tiempo destinado a cumplir con este trámite.
Sin embargo, desde la DGT se insiste en que la seguridad vial es una prioridad, y que este cambio en la normativa beneficiará a todos los usuarios de las carreteras. La doble ITV busca detectar posibles fallos antes de que se conviertan en un problema grave y, con ello, reducir los accidentes provocados por desperfectos mecánicos.
En definitiva, esta nueva regulación busca un equilibrio entre seguridad y control, asegurando que los vehículos que más circulan y soportan más peso se mantengan en óptimas condiciones para transitar sin riesgos.
