Conductores, muy atentos porque a partir del 1 de enero del próximo año será obligatorio llevar balizas en nuestro vehículo. A partir de la entrada del 2026 diremos adiós a los triángulos que durante tanto tiempo han sido obligatorios y que nos han acompañado en nuestros viajes para decir «hola» a estas balizas que serán el sustitutivo en caso de accidente o fallo mecánico en la carretera. Este sistema de prevención ha sido anunciado por la DGT. Sin embargo, antes de decantarte por una, hay varias cosas que debes de saber para decantarte por una u otra.
Las balizas V16 deben estar homologadas
Es la condición principal que debemos tener en cuenta. No elegir una por lo decorativa que sea sino por su funcionalidad. Tal y como ha advertido la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el mercado conviven en la actualidad modelos homologados y otros que no lo son. A priori, no parece que pueda haber demasiada diferencia entre una u otra. Si bien, en caso de portar una que no ha superado la inspección correspondiente, podremos ser sancionados ya que no cumple los requisitos legales.
Para que sean válidos, esas balizas hn debido parar por un laboratorio del Ministerio de Industria. En este caso, los principales son el LCOE o el IDIADA. Si no han sido autorizados, no serán válidos. En estos laboratorios tendrán que pasar unas pruebas de visibilidad, conectividad y autonomía tal y como exige la ley.
Pero, ¿Qué puede hacer una baliza homologada? Hasta tres son las funciones principales que puede llevar a cabo. La primera es que es capaz de emitir destellos visibles a pesar de que las condiciones meteorológicas no sean nada favorables. Algo que una no homologada normalmente no será capaz o que dejará mucho que desear. En caso de accidente, la baliza tendrá una autonomía suficiente para aguantar. Y por último, su función de rastreo permitirá enviar tu ubicación a la DGT 3.0, esto alertará al resto de conductores en ese preciso momento.
¿Cómo diferenciar una baliza homologada?
Son varias las condiciones a tener en cuenta. Lo primero en que debemos fijarnos es en el aspecto de la propia. Mirar atentamente el código de homologación y comprobar que ese código empiece con las siglas del laboratorio por el que ha debido pasar (LCOE o IDIADA). Es el principal certificado que corrobora que ha pasado por el laboratorio del Ministerio. Precisamente y siguiendo esta primera condición, también debe aparecer grabado un distintivo del logotipo. Si viene impreso o grabado, fíate. Si es una pegatina, mucho cuidado.
Otros factores tienen que ver directamente con la propia DGT. La baliza, como ya hemos comentado previamente, van conectadas a la DGT para, en caso de accidente, estar constantemente en contacto con el vehículo. En ese caso, las homologadas cuentan con un sistema de geolocalización y conexión que será utilizado a partir del 2026. Pero además, sino estamos seguros de que el modelo sea el adecuado, la propia Dirección General de Tráfico ha publicado una lista con los modelos que si son válidos. Por último y no menos importante: el precio.
Las balizas homologadas suelen estar en el mercado entre los 40 y los 50 euros. Sin embargo, las que no han pasado ninguna prueba, por 20 puedes encontrarlas. Es solamente un detalle pero que puede ser relevante.
En definitiva, una vez que conoces todos estos detalles, no escatimes y elige la opción homologada, no solo para cumplir correctamente con la normativa y la ley sino también para circular mucho más seguro. Pero si con todo esto no te ha convencido, avisarte de que la multa por no llevar una válida puede ser de hasta 200 euros.
