La advertencia de un bombero con más de dos décadas de experiencia en la profesión debería ser más que suficiente para que no vuelvas a cometer un fallo que puede resultarte muy caro. Un simple cable de 10 euros, que puedes comprar en plataformas como Amazon, puede ser el foco de un importante incendio en tu casa.
Carlos Benítez, un bombero con amplia experiencia con el fuego, hace hincapié en que un elemento pequeño, barato y tremendamente usual en el día a día, es una potencial amenaza de peligro mortal. No se trata de un descuido o de algo exótico, sino de un accesorio imprescindible para cargar el móvil.
Lo que en un primer momento pudiera parecer una opción asequible e inofensiva, puede terminar causando auténticas tragedias. A simple vista su aspecto externo es normal, sin embargo, el problema y el riesgo se aloja en sus componentes internos. Estos son de bajísima calidad y no cumplen ninguna normativa de seguridad.
El peligro de las réplicas
La alerta del bombero quiere avisar precisamente de que comprar cables que no son los originales es una decisión fatal. Aunque la réplica pueda parecer completamente igual, con el mismo plástico blanco y el conector en perfectas condiciones, por dentro no tiene nada que ver.
Un cargador seguro de otro peligroso se diferencia principalmente por los microcomponentes encargados de protegernos. Un cable certificado incluye pequeños circuitos que cortan la corriente en caso de sobrecalentamiento o un pico de tensión. Estas fórmulas de seguridad no están presentes en los cables «falsos» y por lo tanto, la probabilidad de que se produzca un cortocircuito y que este acabe en un incendio es mucho mayor.
Los fabricantes de réplicas baratas eliminan estos sistemas para rebajar el precio del producto. La consecuencia es clara: la ausencia de estos filtros de seguridad convierte al cargador en una vía directa para que cualquier fallo eléctrico llegue a la batería de litio del teléfono, un componente tremendamente inflamable.
Unas siglas imprescindibles
Muchísimos productos electrónicos llevan integradas las siglas «CE», y no es algo anecdótico sino que tiene mucha más importancia de la que crees. No es un simple logo, sino una declaración del fabricante de que su producto cumple con los mínimos legales de seguridad y calidad exigidos por la Unión Europea. Las réplicas y cables baratos para cargar el móvil carecen de este marcado o lo exhiben aunque de forma fraudulenta. De esta forma ese accesorio no tiene ninguna garantía de seguridad ni ha sido supervisado.
En el caso de los dispositivos de marca Apple, la siglas cambian. Las letras de seguridad son tres: «MFi», que significa: «Made for iPhone/iPad». Si un accesorio lleva este sello significa que ha pagado unos cánones a Apple y ha superado los exigentes controles de calidad y seguridad de la compañía de la manzana. La certificación MFi garantiza que el producto contiene un chip de autentificación que lo hace 100 % compatible y seguro para tu dispositivo.
Lo barato puede salir caro, según este bombero
Podemos pensar que habiendo un cable en el mercado por 10 euros, para qué vamos a pagar 25 euros por el original. Pues bien, a veces lo barato sale caro y creemos que por ser más económico ya estamos sacando un beneficio de la jugada. Pero no es así, los 15 euros de ahorro es una cantidad insignificante en relación a lo que te puede costar reemplazar tus pertenencias tras un incendio. O no solo eso, tu seguridad y la protección de tu integridad están por encima de cualquier precio.
Carlos Benítez lo tiene claro: «El riesgo, por pequeño que nos parezca, puede ser fatal». «Nadie piensa que le va a tocar, hasta que le toca. Lo que arde no es solo la casa, sino los recuerdos, la sensación de seguridad y la vida tal y como la conocías», concluye el bombero.
