El mantenimiento del vehículo es una preocupación que todo conductor debe tener presente, pero existe un componente que pocas veces ha merecido tanto respeto como la correa de distribución. Una pieza fundamental cuya falta de intervención es capaz de causar serias consecuencias al motor por su mala o nula sustitución. Aprende en qué momento y de qué forma actuar para que el hecho no acabe generándote un daño irreversible.
La correa de distribución y su importancia
Pues bien, la correa de distribución representa la interacción entre dos piezas fundamentales, el cigüeñal y el árbol de levas. Su cometido es muy importante a la hora de garantizar que las válvulas y los pistones del motor trabajen sin problemas, si la correa se rompe puede llegar a dañar el motor de forma leve o importante.
Una correa en muy malas condiciones puede llegar a no avisar previamente, un día deja de funcionar y el conductor se encuentra ante una factura que puede rondar entre los 1.000 y los 6.000 euros. Es por ello que resulta importante saber cuándo cambiar la correa de distribución y poder detectar señales que nos indiquen el desgaste de la misma. En este sentido, esto puede servir para ahorrarnos mucho dinero y muchas preocupaciones.
Cuándo cambiar la correa de distribución
Según el kilometraje recomendado, en el manual del propietario del coche deberías encontrar una cifra que se recomienda cambiar la correa de distribución. Generalmente podemos encontrar una cifra que oscila entre los 65.000 y los 130.000 kilómetros. Sin embargo, también hay que reseñar que el estilo de conducción es un factor que influye mucho. Si conduces principalmente en ciudad, la duración de la correa puede llegar a reducirse hasta un 25%. Cuando conducimos en ciudad hay que tener en cuenta que una gran parte de ese tiempo la correa está en movimiento.
Por ejemplo, si el fabricante estipula que el intervalo para cambiar la correa de distribución es de 100.000 kilómetros, en la ciudad habrías de cambiarla sobre los 80.000 kilómetros aproximadamente. En cambio, si por el contrario sólo sueles conducir por autopistas, las cifras ofrecidas por el fabricante son más precisas, ya que la correa funcionará de forma adecuada según el kilometraje que establezca el fabricante.
El tiempo para cambiar la correa de distribución
Tan importante como el kilometraje. Aunque no llegues a alcanzar el límite de kilómetros, los fabricantes también han establecido un tiempo máximo para cambiarla, normalmente de entre cinco y siete años, porque la goma de la correa se va degradando con el tiempo, independientemente del uso del coche. Hay que tener en cuenta que las condiciones climáticas son cruciales. En climas muy extremos, muy húmedos o con montón de polvo la correa sufre más.
Por ejemplo, en verano, en caso de que el lugar en el que vivas supere los 35 grados, el deterioro será más acelerado. Si vives en un clima suave con uso ocasional del vehículo, en estas situaciones, el tiempo de cambio podría coincidir más con las recomendaciones del fabricante. De todas maneras, nunca te olvides de la importancia de una revisión visual periódica.
Síntomas de deterioro: ¿cuánto debes preocuparte?
Aun así, aunque lo ideal es seguir las recomendaciones del fabricante, existen síntomas que podrían indicar que la correa no va bien:
- Grietas o dientes deteriorados: Si la correa presenta grietas o se encuentra en mal estado (los dientes de la correa) es hora de cambiarla.
- Ruidos extraños: al poner en marcha el coche o acelerarlo, escucha ruidos raros que provengan del motor. Los ruidos pueden entrarñar que la correa esté floja o que haya tensores dañados.
- Fugas en la bomba de agua: En muchos coches modernos la bomba de agua está montada en la correa de distribución. Si encuentras pérdidas de líquido refrigerante, podría ser un problema doble.
Un mecánico de confianza puede ayudarte a identificar estos síntomas y asegurarse de que es necesario cambiar la correa. A veces, cambiar todo el kit de distribución (correa, tensores y bomba de agua) es la mejor opción. Si nos preocupamos por este componente, repercutirá en la vida del motor, además evitaremos reparaciones costosas.