El estado del parabrisas del coche es una condición que tiene gran impacto en la seguridad al conducir. Aunque el parabrisas suele verse como un cristal que protege a los ocupantes del vehículo del viento, de la lluvia y de insectos, en realidad tiene otras funciones tanto o más importantes que esas.
Una de ellas es permitir una amplia visibilidad de la vía por la que se circula y del entorno. Mantener el parabrisas muy limpio reduce los riesgos de accidentes al conducir. A pesar de que parezca que la limpieza es cosa secundaria, en lo que se refiere al parabrisas es una cuestión de primer nivel de importancia.
Es habitual que los conductores limpien el parabrisas cuando están por iniciar el viaje. Sin embargo, mientras conducen la luna del vehículo comienza a ensuciarse. Aparecen insectos pegados, polvo, manchas de diferente tipo que es imprescindible limpiar. Y para eso está el depósito de líquido integrado al coche.
Todo conductor debe adquirir el hábito de controlar el contenido del depósito de líquido para limpiar el parabrisas, así como controlar el depósito de combustible.
¿En qué afecta la suciedad del parabrisas del coche cuando se conduce?
Mantener limpio el parabrisas es muy importante por varias razones. En primer lugar, un cristal perfectamente limpio permite la buena visibilidad. Un dato interesante es que la suciedad del parabrisas del coche puede hacer perder entre un 20% y un 30% de visibilidad. Las manchas, el polvo, los insectos pegados y otros residuos pueden obstruir la visión y dificultar la posibilidad del conductor para ver claramente.
Por lo tanto, de la limpieza del parabrisas depende la claridad con que el conductor percibe la carretera, las señales de tráfico, los peatones, otros vehículos y obstáculos que pueden presentarse en su camino.
Además, con los cristales adecuadamente limpios se evitan los reflejos que molestan al conductor y le impiden ver bien la ruta. El efecto del sol, las luces de otros coches o de las calles pueden provocar efectos visuales que desdibujen la realidad y confundan al conductor.
¿Qué pasa si se llena con agua el depósito para limpiar el parabrisas?
Hay conductores que cargan el depósito para limpiar el parabrisas solo con agua. Consideran que frotando el agua con las escobillas limpiaparabrisas se elimina la suciedad. Pero no es del todo así. El agua puede barrer el polvo, pero no es capaz de quitar las manchas grasosas que se acumulan en el vidrio.
A este inconveniente se suma el daño que pueden producir las temperaturas extremadamente bajas. Cuando se conduce en zonas de mucho frío, hay que tomar otras precauciones.
Si el agua del depósito se congela, no se podrá utilizar el líquido para limpiar, con lo que se afectará la visibilidad y aumentarán los riesgos. Pero además, el agua congelada puede dañar el depósito o los conductos por los que circula. Por estas razones, llenar solo con agua el depósito del limpiaparabrisas no es una opción segura.
¿Qué líquido hay que usar?
Para cargar el depósito es conveniente usar las garrafas de líquido específicamente preparado para esa función. Si bien tienen cierto costo, son económicas en realidad por sus beneficios. La relación costo/beneficio es favorable al conductor y al vehículo.
¿Qué contiene este líquido? Se trata de una mezcla de agua y productos químicos especializados, detergentes y agentes anticongelantes. Los jabones quitan toda la suciedad y los anticoagulantes impiden que el agua se cristalice. Una alternativa casera de emergencia es mezclar dos partes de agua y una de limpiavidrios o detergente de lavar vajilla. Es útil para ambientes en los que no hay riesgos de congelamiento.
Todas las precauciones son válidas para prevenir accidentes en las rutas. Tomar las medidas necesarias para que el depósito del limpiaparabrisas tenga el líquido adecuado para una buena limpieza merece atención permanente.
