En nuestro país, la velocidad máxima permitida que se establece en las autopistas y autovías es de 120 kilómetros por hora. No obstante se permite a algunos vehículos que puedan circular a 150 km/h y de manera completamente legal a condición de portar la señal V-12. Pero cuidado, no todo el mundo podrá tener acceso a ella.
La inscripción V-12 es la que pertenece a los denominados vehículos de pruebas, y debe colocarse la etiqueta en su parte delantera y trasera del vehículo, en la parte de las matrículas. La inscripción hace referencia a las iniciales “F.V.” que corresponden a sus traducciones “Fabricante de Vehículos”, concediéndoles un derecho excepcional para poder realizar trayectos a mayor velocidad.
Velocidad bajo estrictas condiciones
A pesar de que el V-12 permite sobrepasar el límite de 120 km/h, no supone una carta blanca para conducir a toda velocidad por cualquier lugar. La DGT establece que solo será posible utilizar ese permiso en trayectos autorizados y nunca en vías urbanas, travesías, ni en caminos con limitaciones concretas. De la misma manera, estas pruebas no pueden ser realizadas sin respetar lo que establece el artículo 47 del Reglamento General de Vehículos, el cual regula las condiciones, así como los tramos permitidos para llevarlas a cabo.
Dicho objetivo no es otro que el permitir que aquellas pruebas requeridas para el desarrollo y perfección de los vehículos se lleven a cabo en condiciones controladas y seguras. Así, por ejemplo, un fabricante que pretenda probar la estabilidad de su nuevo modelo a altas velocidades podrá hacer uso de este distintivo, siempre que lo haga dentro de la legalidad.
Las multas por exceso de velocidad
A pesar de esta excepción, para la mayoría de los conductores que transitan por las carreteras de España sigue vigente el límite de velocidad fijado en 120 km/h, y aun así, si se supera este límite de velocidad las consecuencias pueden ser severas: la DGT presenta multas a los infractores por un importe que va de 100 euros a 600 euros, la cuantía de las multas depende de cuanto se supere el límite de velocidad.
En caso de que la infracción sea considerada grave, la sanción podría comportar la pérdida de puntos de su carnet de conducir o, en las infracciones más extremas, hasta incluso podría considerarse como un delito contra la seguridad vial. Por otra parte, también está considerado como infracción el hecho de circular en autopistas y autovías a una velocidad excesivamente baja, pues el mínimo permitido es de 60 km/h, ya que con el objetivo de evitar situaciones peligrosas que puedan amenazar a otros conductores.
Velocidad y seguridad: un equilibrio delicado
La velocidad es un asunto problemático para la DGT, institución que principalmente tiene como finalidad la de llegar a conseguir que haya cero muertes: el objetivo y la estrategia a seguir es el de llegar a cero muertes en carretera, y el exceso de velocidad es clave para poder erradicarla. Así se explican algunas excepciones como las de la distintivo V-12, pero la vara de medir sigue siendo la de velar por la seguridad vial de todos los usuarios. Las infracciones de tráfico que hay en España son fundamentalmente por exceso de velocidad seguidas a continuación por el uso del teléfono móvil mientras se conduce y por el consumo de alcohol en la conducción.
Mientras algunos vehículos se benefician de este distintivo para circular a 150 km/h, los que no pueden llevar distintivo V-12 está obligados a someterse a la normativa que regula la circulación. No olvides que la velocidad te pueda gustar, pero nunca podrá poner en riesgo la vida de una persona o la vida de alguna vivienda. Cuando veas algún coche que va a gran velocidad, ya sabes porque tiene el distintivo V-12. Pero tampoco te ilusionas, este privilegio solo es para algunos.
