La nueva reglamentación, que regula las sillas de retención infantil en España, está vigente desde septiembre y persigue la mejora de la seguridad de los más pequeños al efectuarse desplazamientos en un coche. No obstante, un trimestre después, numerosos conductores todavía no han adaptado su forma de moverse a dichas modificaciones. A raíz de ello, la DGT ha aumentado la periodicidad de controles para tratar de hacer cumplir por la presente regulación.
La regulación que establece que todas las sillas de retención infantil deben ser conformadas al amparo del régimen R129 o i-Size, que impone test más severos, de entre estos, los ensayos de impacto lateral y las sillas de retención infantil deben ir adaptadas al menos en el caso de ir viajando en sentido a contramarcha hasta 15 meses de vida. A pesar de ello, no hay sanciones para los que aún viajan con las sillas de la reglamentación R44 más antigua; la DGT insiste en la adaptación para la mayor protección.
Nueva normativa con las sillas de retención infantil
La nueva normativa gira en torno a la seguridad por altura y no solo del peso que puede soportar el niño. Las sillas de retención infantil homologadas bajo la norma R129 deben incorporar sistemas como el ISOFIX, que habilita la instalación correcta y reduce el margen de esperados de errores. Estas sillas, además, son sometidas a ensayos más rigurosos para la protección en caso de impacto lateral, lo cual no era una obligación en la homologación bajo la norma R44.
Otro principio de la normativa es que todos los menores de 15 meses deben viajar en sillas orientadas a contramarcha. Estudios recientes destacan que las sillas de retención infantil a contramarcha protegen mejor de la cabeza y del cuello del menor en caso de impacto frontal. También debe resaltarse que a todos los menores cuya altura sea igual o inferior a 135 cm se les recomienda utilizar sillas homologadas, aunque la DGT también recomienda hacerlo hasta los 150 cm.
La meta es clara: prevenir lesiones graves y salvar vidas. Miles de niños europeos sufren un accidente de tráfico cada año y con la llegada de las nuevas normativas se espera que estas, entre otras cosas, reduzcan de forma drástica estas cifras. La DGT va un poco más allá al afirmar que la seguridad de los niños en carretera es algo que no se puede poner en cuestión.
La vigilancia de la DGT y el deber que queda por hacer
A pesar del trabajo informativo que se ha hecho, muchas familias todavía no han adaptado sus sillas infantiles a la nueva normativa. La DGT ha detectado que una parte importante de los conductores desconoce las especificaciones exigidas en la norma R129. Para hacer frente a esta falta de cumplimiento se han intensificado las campañas de sensibilización, así como los controles en carretera. Aunque la compra de sillas R44 está prohibida desde septiembre, estas pueden verse todavía en algunos vehículos.
La DGT propone a los padres que comprueben que las sillas que utilizan estén homologadas en el momento de la compra; entre ellas, la norma i-Size. Este detalle, si bien puede parecer simple, marcará la diferencia entre una silla en la que viajan los pequeños y que salvará o no será útil para salvar las vidas de los más pequeños. La DGT es rotunda y muy clara al afirmar que pasar a una silla homologada por la norma R129 no es sólo una cuestión legal, sino que puede representar una diferencia vital. Los controles continuarán y las campañas de información también se seguirán haciendo para que todos los conductores puedan adaptarse a esta normativa de forma satisfactoria.
