La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido fortalecer su estrategia en seguridad vial con una nueva medida que ya afecta a millones de conductores en nuestro país. El organismo ha decretado reducir a 100 km/h la velocidad máxima en algunas autopistas y autovías de España. Con esta directriz se rebajan los límites máximos 20 km/h, provocando que en muchos tramos de la Península se haya dicho adiós a los tradicionales 120 km/h. Además, también se han aumentado el número de radares.
Esta decisión de la DGT no viene de ahora. Hace un lustro la ONU publicó un informe titulado «Medidas recomendadas para mejorar la seguridad de la infraestructura vial», cuyo contenido se centraba en rebajar todos los límites de velocidad, haciendo especial hincapié en disminuir a 100 km/h la velocidad máxima en las autovías.
Cinco años después, España está comenzando a aplicar esa medida en cada vez más tramos de vías rápidas. En algunos puntos de las carreteras españolas ya no se puede circular a 120 km/h. A diferencia de nuestro país, que aboga por disminuir la velocidad máxima, otros países europeos continúan con límites de 130, 140 y hasta 150 km/h.
La AP-7, una de las primeras afectadas
Una de las autopistas que ha estrenado esta nueva restricción de la DGT ha sido la AP-7, en Cataluña. Esta vía ha comenzado a implementar el innovador plan de límites de velocidad dinámicos, con reducción a 100 km/h en función de ciertas condiciones, como la meteorología, el flujo de tráfico, la hora del día o el estado de la calzada.
En los 140 kilómetros de tramo entre El Vendrell (Tarragona) y Maçanet de la Selva (Gerona) esta vía es capaz de reducir ya la velocidad máxima permitida, en tiempo real y haciendo uso de la inteligencia artificial (IA). En el tramo entre los municipios barceloneses de Vilafranca del Penedés y Martorell, también se rebaja la velocidad máxima a 100 km/h, todos los domingos y festivos entre las 15.00 y las 22.00 horas.
La AG-55, también amenazada por un radar de tramo de la DGT
Otra de las autopistas, a instancias de la Dirección General de Tráfico, que ha decidido disminuir los límites de velocidad de 120 a 100 km/h en muchos de sus tramos es la AG-55 en Galicia. En esta ocasión de manera general y no dinámica como ocurre en el caso anterior de la AP-7.
Esta vía cuenta con varios intervalos en los que se aplica la nueva normativa. Comenzando desde el polígono de Bértoa, en Carballo (A Coruña), también existe otro en el punto kilométrico 19,5 durante un tramo de hasta 2,8 kilómetros. Y eso no es todo, tras el peaje, empieza un descenso prolongado en el que hay un radar de tramo de 3 kilómetros hasta el viaducto de Loureda. Finalmente, en el kilómetro 8 vuelve a aparecer otra reducción de los límites de velocidad, al igual que en la entrada a A Coruña.
La AP-8, la última en llegar
La última autopista que se une a las dos ya citadas es la AP-8, en Guipuzcoa. Bidegi, la entidad que se encarga de gestionar las autopistas que atraviesan toda la provincia, ha anunciado la modificación de seis tramos, que a partir de ahora contarán con un límite de 100 km/h y no de 120 km/h. Y no solo eso, ha confirmado también que se instalarán nuevos radares para que se cumpla la medida.
La señalización ya ha empezado a colocarse y seguirán instalándose nuevos paneles informativos que adviertan de la velocidad máxima y la distancia que tiene la nueva limitación. Con respecto a la autopista AP-8, el tramo más largo de todos con esta reducción de la velocidad máxima se encuentra en dirección Bilbao. Son 3,4 kilómetros que comienzan antes de llegar a Mendaro y finalizan tras pasar la localidad de Bajo Deba.
