Los alquileres en España se han descontrolado por completo. La gran diferencia entre oferta y demanda unido a otros factores como la concentración de la población en grandes ciudades, hace que los españoles tengan cada vez más complicado poder acceder a una vivienda. Esta problemática se agudiza aún más en los jóvenes, los cuales, debido a contratos precarios y trabajos indefinidos, no cuentan con la estabilidad financiera necesaria.
Lo más sorprendente es que, alquilar una habitación requiere un esfuerzo muy distinto en una u otra ciudad de nuestro país. La brecha entre lo que se paga de alquiler en una ciudad como Murcia y el desembolso que hay que hacer en Barcelona, es para echarse las manos a la cabeza.
Una decisión compleja
En el último Índice Nacional de Alquileres de Habitaciones proporcionado por HousingAnywhere se ponen cifras a la terrible diferencia presente en España. La realidad es la siguiente: vivir en una gran ciudad se ha convertido en un lujo que no todo el mundo se puede permitir. La brecha entre regiones se basa no solo en el coste del metro cuadrado, sino también en la presión de la demanda y el crecimiento del alquiler temporal.
Por lo tanto, elegir ciudad para emanciparse se ha convertido en una decisión muy compleja y con muchos componentes a tener en cuenta. Porque no es simplemente encontrar una habitación a buen precio, sino hacerlo compaginando al mismo tiempo estudios, trabajo y calidad de vida. La apuesta es personal, algunos prefieren las grandes ciudades con el peaje de pagar más y otros, por el contrario, optan por opciones menos populares pero más económicas.
El índice de HousingAnywhere señala que alquilar una habitación en España cuesta, de media, 550 euros al mes, aunque la realidad nos muestra que en algunos puntos de nuestro territorio esa cifra es aún mayor.
En Barcelona y Madrid se encuentran los alquileres más caros
El ranking de las ciudades más caras de España para alquilar una habitación, Barcelona se sitúa a la cabeza. El precio de una habitación en la Ciudad Condal ronda los 650 euros. Le sigue muy de cerca Madrid con 620 euros por habitación alquilada.
Las dos ciudades más importantes de nuestro país tienen los precios más caros. No resulta extraño, pero lo cierto es que encontrar una habitación a un precio razonable es casi misión imposible. El principal motivo de estos precios prohibitivos es la altísima demanda comparada con la baja oferta. Demasiadas personas y pocas viviendas.
La recomendación de los expertos es buscar con antelación, mirar alternativas en barrios periféricos bien conectados y preparar una carta de presentación convincente para destacar entre los cientos de candidatos a ese alquiler.
Valencia y Zaragoza, dos opciones equilibradas
Estas dos ciudades se han convertido en dos grandes alternativas tanto para estudiantes como para jóvenes profesionales. Sus precios, aunque no sean los más bajos del país, son accesibles: Valencia, 425 euros y Zaragoza, 375 euros.
En el caso de la región mediterránea, cada vez más jóvenes están decidiendo trasladarse allí lo que ha provocado una importante subida en los precios (+6,3%).
Por su parte, Zaragoza, es una ciudad con un ritmo de vida mucho más tranquilo. Sin embargo esto no es un inconveniente y muchas personas la eligen por delante de otras ciudades. Su incremento ha sido del 4,2% y se posiciona en una opción intermedia.
Los precios más bajos, en Murcia, Granada y Salamanca
Las últimas posiciones del ranking las ocupan Murcia: 325 euros el alquiler de una habitación, Granada (340 euros) y Salamanca (360 euros). Son las ciudades más asequibles de España y además son sinónimo de vida estudiantil.
Estos alquileres permiten a los más jóvenes poder incluso ahorra o, al menos, no llegar a fin de mes con el agua al cuello.
