Las camisetas de fútbol son una de las prendas de ropa más deseadas y que más interés generan. No solamente para los amantes del deporte sino para un abanico mucho más amplio de personas que buscan modelos de diferentes equipos para coleccionar, para combinar con otra ropa o simplemente para vestir en el día a día. Sin embargo, la venta de estos productos va inevitablemente unida al negocio de la falsificación.
En España es habitual encontrar puntos o mercados en los cuales, las equipaciones oficiales de los principales clubes europeos se venden mediante réplicas. Una actividad ilegal a la que las autoridades de nuestro país quieren poner fin, no obstante, combatir este negocio no es fácil y es que cada vez son más las personas que demandan estos productos falsos debido a su bajo precio en comparación del original.
La falsificación de camisetas tiene consecuencias muy negativas. Los clubes y las marcas tienen cuantiosas pérdidas de dinero, la economía del país se resiente y se rompen los derechos de muchos compradores.
Una actividad en auge
La alta demanda de esta actividad ilegal responde a un mayor interés de los aficionados, los cuales ven una gran oportunidad de conseguir la camiseta de su equipo favorito a un precio asequible.
La Federación Española de la Industria Textil (Texfor), ha expresado mediante datos el auge de esta práctica. La venta de estos productos deportivos falsificados mueve en España cientos de millones de euros al año. Una cifra que no solo muestra las pérdidas directas para fabricantes y clubes, sino que también afecta en la reducción de ingresos fiscales y empleos legales.
Si hablamos de las sanciones contra la falsificación, España las ha fortalecido en los últimos años. La Ley de Propiedad Intelectual y la normativa ante la piratería estipulan penas de mulata e incluso prisión para aquellos que producen y distribuyen este tipo de productos. La cara oculta es que muchas de estas mercancías llegan procedentes de países con un control de aduanas menos férreo. De esa forma llegan con mayor facilidad al mercado español.
A pesar de ello, la gran parte de las incautaciones se producen con el producto ya finalizado y en el momento de venta directa a los particulares. El ‘dropshipping’ es una práctica a través de internet, en la que las camisetas falsificadas se encuentran disponibles en una web. Se venden directamente, no pasan por almacenes y no tienen dificultad para superar los controles.
Réplicas casi idénticas a las originales
El mercado de la falsificación de camisetas sigue avanzando y cada vez estos productos son más parecidos al oficial. El detalle está tremendamente conseguido e incluso hay ocasiones en las que apenas se puede diferenciar cuál es la falsa de la verdadera. «A veces es difícil saber si una camiseta es original o no, sobre todo cuando la vendes online o la compras en puestos ambulantes», afirma un aficionado al fútbol. Aún así, deja otro mensaje significativo: «Lo barato termina saliendo caro, porque las falsificaciones suelen ser de mala calidad y duran poco».
Hasta cinco veces más barata
Una camiseta oficial de un equipo puntero de nuestro país puede llegar a costar 135 euros, mientras tanto, la falsificaciónronda los 25 euros. Una diferencia abismal de dinero que es demasiado golosa para los aficionados. Los precios que los clubes ponen a sus equipaciones son desorbitados y cada vez menos personas están dispuestas a pagarlo. Las camisetas de fútbol se han convertido en un bien de lujo que gran parte de la sociedad no puede alcanzar, además la brutal diferencia entre un precio y otro no está justificada.
Las réplicas y las originales no están tan alejadas como refleja su precio y eso el algo que las entidades deportivas se tienen que mirar. La reducción de los precios de las elásticas oficiales se antoja imprescindible para poder combatir la falsificación, hasta que esto no ocurra será imposible frenar esta actividad ilegal.