La obtención del carnet de conducir podría cambiar si prospera la nueva propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que propone un modelo similar al estadounidense en el que la enseñanza podría realizarse con auxiliares no cualificados. El objetivo del planteamiento sería doble:
- Conseguir reducir los costes vinculados a las autoescuelas.
- Poder ofrecer más opciones de oferta de formación, contemplando incluso la formación digital.
Esta decisión podría repercutir sobre millones de jóvenes, quienes no pueden afrontar el gasto de obtener el carnet de conducir. Desde el propio Ministerio del Interior, el ministro Fernando Grande – Marlaska aseguraba que efectivamente la propuesta no está cerrada. De este modo, el debate podría comenzar a abrirse a medida que ésta puede dar un giro – aun más que el actual – a la formación en materia de circulación y de cumplimiento de las normas de circulación vigente en nuestro país.
La propuesta que podría revolucionar la formación vial
Este sistema permite formarse con una persona de su entorno social, lo que llevaría a eliminar los costes que los usuarios tienen que afrontar porque tienen que recurrir a las autoescuelas, entre otros gastos asociados al carnet de conducir.
Esta medida ya se aplica en otros países como pueden ser Francia, Italia o Portugal, donde ha quedado evidenciado que mejora la confianza de los conductores inexpertos procurando así una reducción de los accidentes en los primeros años tras la obtención del carnet. Para la CNMC, este cambio sería positivo para los jóvenes con escasa capacidad adquisitiva y las personas que residen en entornos rurales.
Además de enseñar conducción con un tutor no profesional, la CNMC también plantearía la necesidad de fomentar métodos digitales y online para el complemento de la formación teórica para poder tener un aprendizaje más adaptado en función de los alumnos y más flexible.
¿Cómo responde la DGT a esta propuesta?
La Dirección General de Tráfico (DGT), que es el organismo encargado de garantizar y supervisar el desarrollo del derecho a la obtención del permiso de conducir, está pensando en las implicaciones de este posible cambio. La CNMC propuso a la DGT que el alumno pudiera poder haber una relación directa con la DGT para llevar a cabo el trámite y así facilitar un aumento del grado de transparencia del sistema. De igual forma, se debe plantear el alcance de la simplificación de los requisitos para ser profesor o director de autoescuela, otra de las recomendaciones.
Esto equilibraría el mercado y fomentaría una competencia más adecuada en el sector. Por otro lado, el número de conductores con carnet en España es de 28 millones de personas, como indican datos de Statista. Como resultado de estas medidas, la DGT debería adaptar sus procesos, garantizando el mantenimiento de los estándares de seguridad vial.
Impacto social y económico
El cambio hacia el modelo americano podría resultar determinante para las autoescuelas, que perderían, casi al completo, su negocio. Algunas de ellas se verían obligadas a reinventarse o incluso a cerrar, bien aquellas que no incorporasen pronto la tecnología nueva o enfoques más competitivos. El aspecto positivo radica en que puede facilitar el acceso al carnet de conducir a un importante número de personas; sobre todo en el ámbito rural, o precisamente las de menos recursos económicos.
La DGT y el Ministerio del Interior deben de la misma manera ahora hacer un examen de la propuesta y encontrar el punto de equilibrio entre innovación y seguridad. De esta forma, se encuentra sobre la mesa el debate y todo parece indicar que 2025 podría ser el año que inicie una nueva etapa para la formación vial en España.
