La Seguridad Social ha implementado cambios en las bajas laborales, ya que el sistema estaba sometido a una fuerte presión económica y administrativa, con más de 8 millones de bajas en 2023 y un gasto que supera los 14 millones de euros. Por esta razón, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha establecido nuevos métodos de control. Dichas medidas buscan frenar el posible fraude y acelerar los trámites administrativos para que los trabajadores reciban la atención adecuada en función de su estado de salud.
¿Qué cambia en las bajas laborales en 2025?
En primer lugar, el desarrollo del sistema de la baja laboral se refiere a lo que se denomina la baja intermitente, que es un instrumento que permite que los trabajadores alternen días de trabajo con días de recuperación siempre que su salud les permita incorporarse al trabajo. La finalidad del primer sistema es proporcionar una mayor flexibilidad al momento de la recuperación y reintegración al puesto de trabajo del trabajador, con el correspondiente seguimiento médico.
Por otro lado, dentro del límite específico de 545 días (365 días y 180 días de prórroga), se establece el marco tiempo en el que se abre el periodo de la incapacidad temporal. Superada esta fecha, el trabajador se someterá a un nuevo examen para determinar la posibilidad de reincorporarse al puesto de trabajo o, por el contrario, si es pertinente solicitar la incapacidad permanente.
Aumenta el control de la Seguridad Social en relación con las bajas laborales también las empresas deben detallar cuáles son las tareas y las funciones del trabajador que solicita la baja, lo que llevará al INSS a determinar si las tareas de la empresa son compatibles con la situación de salud declarada.
Aumento de revisiones médicas: un paso clave
Otro elemento importante es que aumenta el número de revisiones médicas periódicas llevadas a cabo para los trabajadores que tienen que hacer frente a alguna baja. Un seguimiento más estricto podría permitirnos saber, incluso antes de la recuperación total, si la incapacidad es aún necesaria o bien existen opciones para reintegrarse al trabajo.
Aunque, efectivamente, es una medida con el fin de controlar la eficiencia del sistema, ha despertado recelo en determinados sectores laborales, pues parece implicar mayor presión para justificar la incapacidad. Aun así, desde el INSS se responde a este recelo afirmando que la revisión médica es, ni más ni menos, una medida de equilibrio entre la protección del trabajador y la viabilidad del sistema.
¿Cómo se distribuyen los pagos durante las bajas laborales?
El sistema de pago en periodo de baja laboral no tiene variaciones importantes, pero se mantiene en función de la contingencia. En la contingencia por enfermedad común o no laboral, la empresa debe abonar el 60 % de la base reguladora entre el día 4 y el 20, y a partir del día 21 el 75 %. En el caso de accidentes laborales o enfermedades profesionales el trabajador empieza a recibir el 75 % desde el primer día.
El máximo de días fijado establece de forma equilibrada la relación entre los derechos de los trabajadores y la sostenibilidad del sistema, limitando los pagos a un máximo de 545 días en total. Si durante este periodo no hay recuperación, entonces se abre un proceso de valoración del trabajador para determinar la posible declaración de situación de incapacidad permanente.
¿Qué supone este giro en el sistema de bajas laborales?
Dichos cambios suponen una apuesta por renovar un sistema que a raíz del aumento de las bajas laborales exigía cambios urgentes. El nuevo modelo introduce baja intermitente que puede resultar útil para la plantilla en la que se lleva a cabo la recuperación laboral.
La Seguridad Social, con normas más restrictivas y procedimientos más trabajados (dentro del tipo de alto control) pretende la consecución de la finalidad de las bajas laborales con alta eficacia y justificación y posibilidades de adecuarse a las demandas actuales del mercado de trabajo que se encuentran exigidas.