Llega la hora de comer y al salir del trabajo pasas por la cadena de hamburguesas que está pegada a tu oficina, y justo ese día decides darte el capricho y comerte una. Crees que es una opción rápida, barata y sabrosa… ¿pero que pasaría si en vez de algo ocasional acostumbrases a tu cuerpo a esa rutina e ingirieras este alimento asiduamente? La respuesta es tremendamente negativa puesto que tu salud quedaría gravemente afectada.
Se llegó a esta conclusión a raíz de un experimento extremo que consistía en 30 días comiendo solo McDonald’s. Las consecuencias de esta dieta fueron complejas y alarmantes: daño hepático, depresión y 21 kilos de aumento de peso. La ciencia deja claro que la ingesta de hamburguesas como algo habitual provoca efectos muy perjudiciales en tu cuerpo y mente.
Un experimento con unos resultados impactantes
Morgan Spurlock, un hombre sano de 32 años y 84 kilos de peso, llevó a cabo en el año 2004 un experimento que dio la vuelta al mundo. Su idea era realizar un documental mostrando el proceso de estar 30 días comiendo únicamente productos de McDonald’s. No podía ingerir nada más, ni agua, ni fruta ni nada que estuviera fuera de la oferta de la franquicia de comida rápida. Al mismo tiempo, tendría un máximo de 5000 pasos diarios para asemejarse lo máximo posible a una vida sedentaria.
El experimento rápidamente se torno en un infierno para Morgan. En apenas unos días, empezó a sentirse mal y poco después ya vomitaba habitualmente. Al final de los 30 días, Spurlock había ganado 21 kilos de peso, su colesterol había pasado de 168 a 230 y los médicos le avisaron del riesgo de un posible paro cardíaco. Lo más impactante no fue lo físico, sino lo mental. El documentalista estadounidense sufrió un gran deterioro mental basado en una depresión severa, disfunción eréctil y cambios de humor.
Respecto a la recuperación, Morgan Spurlock tardó 14 meses en regresar a su peso anterior. Eliminó los primeros 10 kilos en cinco meses, sin embargo, los dos últimos le costaron otros nueve meses de dieta estricta. Sus órganos también necesitaron de un largo período de tiempo para recuperar su funcionamiento normal.
Estas son las calorías que tiene una hamburguesa
Se conoce como hamburguesa al medallón de carne colocado entre dos panes, al que luego le puedes añadir muchos otros ingredientes. Parece una receta simple pero realmente tiene unos valores nutricionales mucho más complejos. Una hamburguesa clásica de cualquier cadena suele tener entre 500 y 600 calorías.
Unos guarismos que tampoco parecen demasiado alarmantes, no obstante, es poco habitual comer solo la hamburguesa. Si añades patatas fritas al plato ya sumas otras 400 calorías, mientras que un refresco azucarado significa 260 más. Si sumas todo esto, estarás cerca de las 1200 calorías ingeridas, prácticamente la mitad de lo que recomienda en un día la OMS (entre 2000 y 2500 calorías diarias).
Principales efectos en tus órganos
Un consumo continuado y habitual de hamburguesas puede provocarte estas consecuencias en algunos de tus órganos principales.
- Corazón y sistema cardiovascular: Inflamación de vasos sanguíneos y arterias. Las grasas saturadas y el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias, estrechándolas. Aumenta la presión arterial y con ello, el riesgo de infarto.
- Hígado: Más probabilidades de desarrollar hígado graso. El órgano se va llenando hasta que no puede funcionar correctamente. Cuando el hígado llegue a este punto solo podrás ponerle solución realizando una dieta estricta.
- Diabetes tipo 2: Poco a poco se van provocando picos de azúcar en sangre hasta que tu páncreas finalmente tiene que actuar liberando insulina. Si es habitual, tu cuerpo creará una resistencia a esta hormona y la diabetes comenzará a aparecer.
- Depresión y ansiedad: Según diversos estudios, aquellas personas que comen comida rápida regularmente tienen un 51% más de posibilidades de desarrollar depresión. Y tiene una explicación científica: tu intestino produce el 90% de la serotonina, el principal neurotransmisor de la felicidad, por lo que cuando comes muchos alimentos ultraprocesados alteras las bacterias de esa zona y el intestino no tolera ese sobresfuerzo.
