La jubilación anticipada es una opción a la que se asoman sobre todo aquellas personas a quienes su trabajo no les gusta o les desgasta especialmente. Y es que el hecho de acogerse a la jubilación anticipada lleva sus consecuencias.
Estas son el tener que contar con los coeficientes reductores que implica adelantar la edad de retiro, lo que supone disfrutar de una menor cuantía cuando llega el momento de cobrar la pensión de jubilación. Pero esta no es la única consecuencia de jubilarse antes de tiempo. Vamos a ver cómo está el panorama para este 2025 para este tipo de jubilación.
Excepciones a los cambios en la jubilación anticipada
Antes de entrar en materia sobre el contexto que veremos en 2025 y que afectarán a la jubilación anticipada, vamos a ver que hay excepciones en este caso y son aquellos “supuestos en los que se permite el acceso a la jubilación a una edad inferior a la ordinaria si se cumplen determinados requisitos (aplicando coeficientes reductores de pensión en función del periodo de anticipación). Por otro lado, existen colectivos con reducciones en la edad de jubilación. Es el caso de los trabajadores con discapacidad y determinados colectivos (mineros, personal de vuelo de trabajos aéreos, trabajadores ferroviarios, bomberos, policías locales, miembros del cuerpo de la ertzaintza, etc.)”, según determina con sus propias palabras la Seguridad Social.
Ya que en estos casos, por razones de salud es importante jubilarse antes, los cambios que se aplican en materia de jubilación anticipada no afectan a estos colectivos que por razones obvias tienen necesidades concretas debido a sus profesiones.
La jubilación anticipada voluntaria en 2025
Para sostener el sistema de pensiones tal y como lo conocemos hasta ahora, se está premiando a quienes retrasan su edad de jubilación voluntariamente con un porcentaje adicional de pensión del 4%. Por otro lado, se está penalizando la jubilación anticipada y hay modificaciones al respecto de esta para 2025.
Existen dos tipos de jubilación anticipada. La voluntaria, en la que es la persona trabajadora la que decide jubilarse antes y la forzosa, en la que es la empresa la que comienza el proceso por necesidad. Vamos a ver cuáles son las condiciones para la jubilación anticipada voluntaria, para después pasar a analizar la forzosa.
En 2025, se podrá acceder a este tipo de jubilación anticipada hasta un máximo de 24 meses antes de la edad legal. Eso significa que la edad de acceso a la jubilación anticipada voluntaria será de 64 años y 8 meses. Para ello será necesario haber cotizado al menos durante 35 años. En el caso de que se trate de carreras profesionales más largas, se permite adelantar el retiro con 63 años cumplidos.
Otra de las condiciones para poder acceder a este tipo de jubilación es que el importe de la pensión a cobrar por el trabajador una vez que se retire, tiene que ser superior a la cuantía de la pensión mínima.
Los coeficientes reductores que se aplican en este caso van desde porcentajes del 21% al 3,26%, dependiendo de si se adelanta el retiro dos años o solamente un mes.
La jubilación anticipada forzosa en 2025
Vamos a ver ahora lo que ocurre en los casos de jubilación anticipada forzosa. En este caso es posible que se adelante el retiro laboral por necesidades de la empresa hasta 48 meses antes de la edad de jubilación ordinaria.
Esto quiere decir que en 2025 se deben tener cumplidos 62 años y ocho meses y haber cotizado al menos durante 33 años para poder acceder a este tipo de retiro. Cuando hablamos de carreras largas, se puede acceder a esta jubilación anticipada cuando se cumplen los 61 años.
En este caso los coeficientes reductores van desde el 30% cuando se anticipa la jubilación cuatro años, que es el máximo, hasta el 0,50% para un solo mes de anticipo.