La subida de las pensiones también traerá consecuencias no tan positivas para los jubilados. El hecho de que las pensiones se revaloricen, trae en este caso letra pequeña que significa también tener que aportar más a Hacienda para algunos de ellos.
El panorama de las pensiones en nuestro país está complejo. Por un lado, por la crisis del sistema y los ajustes que se están necesitando para que continúe siendo sostenible. Por otro, porque es necesario hacer subidas en las pensiones acorde con el IPC y estas, parecen traer dificultades tanto al Gobierno como a quienes las cobran.
La subida de las pensiones
La reforma de las pensiones concreta por Ley que estas deben aumentar acorde con el índice del IPC. Esto significa que las cuantías deben igualarse a los precios de consumo. El dato del IPC definitivo ha hecho que las pensiones contributivas aumenten este 2025 un 2,8%.
Esto es un punto por debajo de lo que lo hicieron durante el pasado 2024. Dato halagüeño para España en general, ya que indica que los precios siguen subiendo, pero no lo hacen de manera tan acusada. No obstante, el hecho de que se revaloricen las pensiones trae problemas y trabas.
No obstante, los precios siguen subiendo y no solo suben los de los alimentos que necesitamos para llenar la cesta de la compra. El precio del combustible es elevado desde hace un tiempo, al igual que el coste de la vivienda, teniendo en cuenta que algunos jubilados necesitan pagar ambas cosas además de sus facturas y su alimentación.
Es por ello que la subida de las pensiones se hace importante, en un contexto en el que muchos jubilados han tenido que generar sus propios ingresos extra o ahorrar sus pagas extra para llegar a final de mes.
Consecuencias de la crisis del sistema de pensiones
Por un lado, porque el Ejecutivo ha alcanzado este año cifras récord en el gasto de esta partida. Esto se suma al envejecimiento de la población y hace que cada vez haya menos fondos para pagar las pensiones. Es por esto que están abriéndose vías para conseguir estos fondos.
Una de ellas es el retraso de la edad de jubilación y el aumento de los años que se deben tener cotizados para jubilarse a los 65 años. Otras, el MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional), que hace que se retenga más de las nóminas sin que estas aumenten. También los fondos de pensiones públicos están sobre la mesa y otros programas para incentivar la natalidad. Algunas de estas medidas, como el MEI o el retraso de la edad de jubilación, afectan a quienes cobran los sueldos y las pensiones.
Lo que les queda de la subida a estos jubilados
Vamos a ver más concretamente cuáles son las consecuencias de la subida de las pensiones para estos jubilados. La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha asegurado que la subida media para quienes cobran estas prestaciones será de 600 euros al año. Eso sí, Hacienda se llevará parte de este dinero.
El fisco se quedará con casi 200 euros de esta cuantía. Más concretamente, en el caso de quienes vean aumentar su pensión en unos 444,53 euros anuales, Hacienda percibe de ellos 191,15 euros. Esto significa que lo que estos jubilados perciben por la pensión son 253,38 euros.
Esto significa que es casi la mitad de la subida lo que se va en impuestos. Una situación muy diferente de la que se puede pensar en un principio, cuando se hacen cálculos y se ve que se percibirán entre 400 y 600 euros más al año con esta subida que pretende equiparar las cuantías al IPC.