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Ni cepillo ni chicle: tu mal aliento tiene sentido, y se encuentra en una de estas razones

por Ángel de la Fuente
29 de septiembre de 2025
en Sociedad
Ni cepillo ni chicle: tu mal aliento tiene sentido

Ni cepillo ni chicle: tu mal aliento tiene sentido

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El mal aliento, conocido clínicamente como halitosis, hace referencia a la condición caracterizada por un olor desagradable proveniente de la cavidad oral. En muchas ocasiones, a pesar de que te laves los dientes de forma exhaustiva después de cada comida y tengas una magnífica higiene bucodental completada no solo por el cepillado sino por el hilo dental y el colutorio, ese mal aliento persiste. No importa que tengas los dientes limpios y brillantes que, igualmente puedes sufrir halitosis. Esta patología puede estar motivada por muchas otras razones que desarrollaremos a continuación.

La Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración estima que hasta el 30% de la población adulta de España padece halitosis, con una distribución semejante entre hombre y mujeres. Afortunadamente, se puede paliar este problema. La doctora Sharon Huang, especialista en Odontología y cosmética dental, aclara lo siguiente: «S bien el mal aliento puede hacernos sentir vergüenza, hay distintas maneras de tratarlo. De hecho, hay remedios naturales que pueden ser muy efectivos cuando se combinan con una higiene bucodental adecuada«.

El foco puede estar en las amígdalas

A veces limpiar adecuadamente dientes, muelas y lengua no es suficiente y el mal aliento proviene de otro punto del cuerpo. La presencia de cálculos amigdalinos puede provocar que se acumulen calcificaciones de patógenos y restos de comida en la zona de las amígdalas. Estas pequeñas piedras se pueden eliminar haciendo gárgaras con agua salada y también al toser con fuerza, aunque este segundo método es menos recomendable.

Sufrir una infección respiratoria

Otro de los posibles motivos del mal aliento, puede ser un resfriado u otra infección respiratoria. Para luchar contra los patógenos invasores, el cuerpo genera mucosa. Esta sustancia viscosa atrapa a las bacterias externas, pero al mismo tiempo genera un conglomerado de suciedad en el camino hacia las vías respiratorias. Concretamente en la garganta. Por lo que cuando estamos resfriados, esa mezcla estancada en nuestra garganta provoca un aliento desagradable que no se puede mitigar aunque nos lavemos los dientes.

Tener la boca demasiado seca

El mal aliento empeora con la congestión nasal habitual de los catarros e infecciones. Una vez que tienes taponada la nariz, la única solución es respirar por la boca y esto hace que esta se seque. De esta forma, cuando no hay la saliva suficiente para limpiar la suciedad de nuestra boca, comienza el olor fétido. Así se puede explicar el mal aliento cuando te levantas por la mañana: sequedad bucal matutina. Cualquier resfriado va a ir de la mano con la congestión, la sequedad bucal, el exceso de mucosa, y por supuesto… la halitosis.

Imprescindible beber mucho líquido

La solución pasa por reducir la infección, comenzando por aminorar la mucosidad. Beber mucho líquido es clave para mantener la boca y la garganta hidratadas y conseguir que tu aliento sea más agradable. Además, los sprays salinos también pueden ser una buena opción para eliminar el exceso de moco en las fosas nasales.

La doctora Sharon Huang señala: «beber mucha agua puede ayudar a eliminar las bacterias y prevenir el mal aliento». Y añade: «los polifenoles que se encuentran en el té verde y negro evitan el crecimiento de estas bacterias responsables de la halitosis».

La posibilidad del ardor de estómago

Esos ácidos estomacales que suben por tu esófago hasta la boca pueden ser un indicativo de halitosis. Poner remedio a esta dolencia y mitigar así el mal aliento puede resultar sencillo: no cenar muy tarde y dejar de lado alimentos pesados que dificulten la digestión. También se recomienda evitar los fritos y los platos picantes.

Finalmente hay otros elementos que provocan este mal olor bucal. El café, el alcohol, el tabaco, la cebolla, el ajo, los pescados y algunas especias, favorecen la aparición de la halitosis.

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