El uso de tarjetas, así como de medios de pagos digitales, ha aumentado, pero dicho avance tecnológico también implica un mayor control a realizar por parte de la Hacienda. Así, a partir de este año, las entidades de ámbito financiero tendrán nuevas obligaciones informativas que afectarán a las transacciones electrónicas.
Esto va a suponer el cumplimiento de todas las obligaciones tributarias de los contribuyentes con el fin de reducir el fraude. Este empeño va a materializarse en un nuevo real decreto con respecto al control fiscal en relación con la actividad económica que se desarrolla en España: desde los bancos grandes a las pequeñas plataformas de pago, todos los que tengan que intervenir en las operaciones, o actuaciones, sometidas a este nuevo control fiscal, han de informar mensualmente a la Agencia Tributaria mediante reportes de operaciones que superen un importe determinado.
Esta ley busca adaptarse a la creciente digitalización de la economía. Por ello, los usuarios han de estar informados de lo que se exige: no les han de surgir sorpresas poco agradables cuando les toque presentar la declaración.
Control más estricto de Hacienda
Para el año 2026, las entidades financieras deberán confeccionar y presentar una declaración anual en función de los movimientos realizados por tarjeta y que hayan superado una cantidad de 25.000 euros al año. Dicho deber será, también, aplicable a la tarjeta de crédito, a la tarjeta de débito, a los seguros de prepago, así como a cualquiera de los modos de pago digitales, independientemente de la denominación y la moneda que se haya utilizado.
En relación con el informe habrá de contener información de toda la ejecución y del número total de operaciones realizadas y el importe resultante durante el año. Igualmente, las entidades de ámbito financiero deberán informar de forma mensual a la Hacienda de todo cobro realizado a través de tarjetas o de aplicaciones para pago móvil, como por ejemplo, Bizum o PayPal, de los empresarios y de los autónomos de cualquier importe total.
El Tesoro avanza en el control de las transacciones electrónicas
Dichas medidas persiguen el inicio de la guerra contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales, que son problemas recurrentes en un medio de pago electrónico que va progresando. Asimismo persiguen el deseo de asegurar una mayor equidad en la el sistema de tributos, generando confianza y a garantizar la transparencia en el uso de sus medios de control.
La Agencia Tributaria podrá cruzar la información contenida en este documento con el resto de datos del sistema de fiscalidad. Finalmente y, también hay que tener presente que les nuevas obligaciones también afectan a los bancos y a las entidades que se ven obligadas a implementar sistemas para cumplir los plazos ya referidos para la información, el de confeccionar informes y garantizar el correcto cumplimiento de la información.
Los ciudadanos deben tener en cuenta que el realizar cualquier operación sobrepasan los límites impuestos dará como resultado la notificación a la Agencia Tributaria. Esas medidas están críticas para un mejor control de los altos volúmenes de operaciones efectuadas, pero afectarán negativamente a los consumidores que deben lidiar con los límites impuestos. La adaptación a esas nuevas reglas será fundamental de cara a las posibles sanciones.
El replanteamiento exhaustivo de los movimientos sobre los límites es muy recomendable y, en este sentido, conviene tener en cuenta que, en caso de dudas sobre las consecuencias que pueda conllevar el contenido de dicha normativa, resulta necesario recurrir a los profesionales del ámbito fiscal. Estas nuevas medidas de Hacienda no se deben tomar a la ligera y obliga a tener un mayor control sobre los movimientos bancarios para evitar duras sanciones.