La Dirección General de Tráfico (DGT) no escatima esfuerzos a la hora de sancionar las infracciones por exceso de velocidad, destacándose precisamente en su firmeza. Los límites máximos de velocidad son claros y contundentes, a saber, 120 km/h para las autovías y autopistas; 90 km/h en las carreteras convencionales; 50 km/h en el tramo urbanode las vías y, con carácter general, en la vía urbanizada.
Estos límites no obstante pueden ser modificados atendiendo a las condiciones de la vía. En última instancia el cometido es sencillo y esencial: evitar accidentes y proteger vidas. El dato concreto resulta elocuente. Así, por ejemplo, un reciente informe elaborado a partir de la base de datos de la seguridad vial europea certificaría que un 30% de los accidentes mortales iniciados en las carreteras tienen una clara relación con los excesos de velocidad o con velocidades inadecuadas.
Estas infracciones se sitúan en los escalones altos de la lista de infracciones o multas de tráfico, ocupando el 66% de dichas infracciones, con el consecuente grado indicativo de las infracciones cometidas por exceso de velocidad. Y más aún habría que tener en cuenta el dato que dice que un 43% de los conductores superan los límites de velocidad establecidos por la ley, según las pertinentes declaraciones que nos ofrecen los trabajos rutinarios de nuestros radares de control de velocidad. Asimismo, las infracciones por velocidad en sus correspondientes multas están categorizadas conforme al grado de la infracción.
Multas de velocidad
Las multas son escalonadas, de menor a mayor, dependiendo de la velocidad a la que se está circulando sobre el límite permitido. Hasta 20 km/h por encima del límite en calles de 20 a 50 km/h te costará 100 €, sin quitar puntos. A medida que se desciende en la escala, una infracción entre 21 y 30 km/h lleva una multa de 300 € con dos puntos menos, 31 y 40 km/h, se incurre en una multa de 400 € con cuatro puntos en juego y 41 a 50 km/h, se encara una multa de 500 € con una pérdida de seis puntos.
Para categorías más severas, situaciones de exceso de velocidad de más de 51 km/h en zonas de 20 a 50 km/h y de más de 71 km/h en vías de 60 a 120 km/h implican una multa de 600 € y seis puntos menos, de igual modo.
Por último, una infracción que califica como delito ocurre cuando se excede 60 km/h en vías urbanas y 80 km/h en carreteras interurbanas. La infracción es más grave y puede conllevar mayores consecuencias. Transgresiones de esta índole podrían potencialmente acarrear penas que van desde tres a seis meses de encarcelamiento, la imposición de una multa monetaria, la obligación de colaborar en servicios comunitarios o la retirada del permiso de conducir durante una fase de uno a cuatro años.
Radares y controles
La DGT dispone de 780 radares fijos, de los cuales 92 son detectores de tramos. También utiliza 1,325 radares móviles, 245 cámaras funcionales y una 39 vehículos aéreos no tripulados o drones. La flota incluye 12 helicópteros Pegasus que son infalibles para identificar cada infracción. Los radares de tramo, por su parte, son especialmente precisos, midiendo tu velocidad promedio entre dos puntos determinados. Si excediste el límite establecido, la sanción es indiscutible.
No solo debes prestar atención a incrementos aislados de tu velocidad, también a la media del trayecto. Los límites de velocidad están diseñados para proteger. No hay motivo para acumular una multa y perder puntos en la licencia por una simple pregunta; en fin, atenerse a los límites de velocidad evitaba no sólo sanciones, sino que también ayuda a salvar vidas.